Nadie dijo que Robert Rodríguez no fuera para secretarios o geeks de teclas.
House of the Dead es una joya de las máquinas arcade. Al menos en mi caso las vi siempre en los Sacoa de mi zona (en paz descansen) o algún lugar de eventos. El objetivo es simple- entrar en una zona y avanzar disparando a todos los zombies que se acercan.
Las cabinas eran light-gun, usando un sensor de luz que permitía registrar si las pistolas de la cabina estaban apuntando correctamente a la pantalla. Siempre hace falta tener buenos reflejos como prioridad para ganar y sacar mejor puntaje.
A pesar de ser bien recordada, no es tanto por respeto, esta franquicia de SEGA sufre terribles traducciones y actuación de voz que lo hacen un desastre hilarante. House of The Dead : Overkill en 2009 para la Nintendo Wii (y la versión que vamos a hablar acá, Typing para PC) decidieron ser los que toman el pelo.
Presentado como la mejor Clase B imaginable, Overkill coloca al Detective Isaac Washington y Agente G a investigar unos mutantes en América rural. Progresando por granjas, parques y pantanos buscan acabar el complot de un maligno científico. Perfectamente los desarrolladores podrían quedarse con este nivel de ironía, pero se pone peor. Como no podía ya ser suficiente, el guion está plagado de insultos, chistes, burlas y palabrotas.
Es tan profano que Guinness World Records premia con el cuestionable récord de “más insultos en un guion”, con solo “F–k” tirada 189 veces. MAFIA II le saca ventaja por muy poco, con 200.
Y si ya no fuera demasiado irónico, Typing es la versión recomendada por un simple detalle. Además de poder jugarlo como cualquier arcade, se permite jugar con solo el teclado.
Con solo escribir disparas a la horda, y no pasan de solo palabras, van a varios verbos, expresiones, trabalenguas y hasta citas literarias. Incentivando puntuación y ortografía, y ofreciendo tanto inglés como español casi podría ser un tutorial para escribir bajo presión laboral.
Gracias a varios modos de juego, multijugador de a dos, diccionarios adquiribles y personalizables, hay mucho valor para apreciar (y reírse a pleno) en Typing of the Dead.