De Comodoro Rivadavia, Argentina, a Split, Croacia. De Split, a Comodoro Rivadavia de nuevo. Sant, ha hecho de su música, su propio idioma, sin barreras. En esta entrevista, reflexiona un poco sobre sus orígenes, sus proyectos, lo que fué “Detox” (su último single) y qué es lo que lo conecta como artista patagónico.
¿Cómo comenzó tu carrera como DJ? ¿Qué fue lo que te enganchó?
Mi carrera empezó en el 2010, que tuve una lesión andando en skate. Me pegué un tablazo en la rodilla y tuve una microfractura de rótula que me obligó a estar todo un verano sentado, sin poder hacer nada. Así que agarré la compu, me bajé Virtual DJ y el Fruity Loops y empecé a hacer música como podía.
Fue más que nada una curiosidad, una intriga por hacer música y todas las posibilidades que la tecnología te brinda. Justamente eso fue lo que me enganchó: yo solo podía hacer lo que quería…o podía (risas). Poder plasmar ideas, sin necesidad de otras personas, ser vos el que toca todos los instrumentos. A veces igual te faltan otros oídos, es muy solitario, pero te da mucha libertad. Es un mundo ilimitado yo diría.
¿Dirías que tenés un sonido propio o te influencian otros artistas o géneros?
Y creo que todos los productores dirían que tienen un sonido propio. Somos todas personas únicas y diferentes y es imposible copiar a la perfección lo de otro. Yo creo que tengo un sonido propio porque todo lo que consumo, de alguna forma u otra termina plasmado en lo que hago. No es que estoy todo el día escuchando electrónica, escucho todo tipo de géneros. Toda la música que yo haga es una respuesta a todo lo que consumía en el pasado.
Cuando tocás en Europa. ¿hay algo que te conecte con lo patagónico estando allá?
Creo que los patagónicos tenemos como una personalidad de siempre ir a buscar y eso creo que nos diferencia bastante allá. Haber nacido tan en el culo del mundo, nos forjó como una actitud de encarar y de construir, de querer hacer cosas porque vemos que otra gente lo tiene y acá no y decimos “¿porqué?” y lo queremos hacer. Esa actitud de ir siempre al frente me copa mucho. Buscar más soluciones que problemas, por lo menos en el plano artístico.
Se extraña bastante el público argentino. El público de allá es más reservado, le cuesta más esa locura que tiene la gente acá. No hay nada más lindo que ver esa reacción del público a tu música. Es todo lo que querés.
¿Cómo fue el proceso de filmación de “Detox”? ¿Qué experiencias te llevas?
Detox fue una locura de principio a fin. Cuando volví después de bastante tiempo, de haber viajado por muchos países, me volví en el vuelo de Buenos Aires a Comodoro, ya iba viendo el desierto y digo “no listo, acá tengo que hacer Detox. No voy a encontrar mejor lugar en el mundo para hacerlo.”
Surgió como una idea de hacerlo DIY con los recursos que tengamos. Empecé a hablar con la gente sobre mis ideas y me decían “yo tengo una camioneta”, yo tengo tal cosa y así se empezaron a acercar. Se lo comenté a Mica Zeni y ella como que complejizó todo y fuimos craneando entre los dos y fue todo el triple de calidad de lo que había pensado. Se empezó a formar un Dream Team que fue increíble.
El proceso en sí fue muy estresante porque hay muchas cosas para tener en cuenta. Nos íbamos tres autos al medio de la nada, llevabamos 12 litros de agua potable, cualquier cosita que se pueda llegar a necesitar, estar pendiente de todo. Llegamos a ir como 20 personas. Fue muy estresante pero con el resultado, vale la pena todo.
Agradezco muchísimo el esfuerzo de todas las personas que estuvieron involucradas. Estoy orgulloso de haberle dejado esa pieza audiovisual a Comodoro, a Rocas Coloradas que es un lugar increíble, único en el mundo. Y también demostrar que los artistas patagónicos pueden hacer cosas a otro nivel y llamar un poco la atención para bien.
“Detox” fue un poco un antes y un después en mi carrera, de lo que podemos hacer si juntamos a un grupo de personas comprometidas a hacer algo que valga la pena.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Respecto al futuro, es bastante incierto. Todos teníamos planes que se fueron frustrando de alguna u otra forma. Yo me iba a mudar a Berlín, para acercarme a la meca de la música electrónica. Igual agradezco poder estar más tiempo con mi familia acá en Comodoro. Uno vive en una vorágine de quilombo y cuando podés parar un toque, te construye de otra forma.
Proyectos musicales tengo muchos. Lo que sí tengo que ir concretandolos de a poco. Tengo planeado un EP, para Sant Nieto, para este año. Después tengo otro proyecto en el que estoy trabajando, que voy a usar la voz como instrumento. Quiero ir por algo más relajado, más divertido, sin tanta presión por el “qué dirán”.
Voy a volver a la industria discográfica, a cargo de un sello, que ya está en tratativas. No voy a dar más detalles porque no quiero quemar nombres ni nada así. Pero sí, vamos a volver quizás con una propuesta más “canción” y no tanta “pista”. Estamos craneando qué queremos compartir con la gente.
Mensaje para los artistas patagónicos:
“Lo que más me gustaba del sello es ese intercambio con artistas de que ellos te muestran su obra y vos podés dar consejos y que haya un ida y vuelta. Quiero aprovechar el espacio para que cualquier productor, músico, cantante o artista me escriba por donde quiera para tener un intercambio. A mí me encanta dar feedback a los artistas y tirar data. Me parece súper copado esto de ayudarse entre todes y que se pueda construir en comunidad.”- Sant Nieto.
Escuchá a Sant Nieto en:
Spotify:
Soundcloud:
BandCamp:
https://santnieto.bandcamp.com/
YouTube:
Videoclip de “Detox” (2020):