Charlamos un poco con esta chica comodorense, conocida por sus eventos que ayudan a impulsar el circuito cultural de la ciudad, dando protagonismo a los jóvenes y a las mujeres.
Pero además, su pasión por romper paradigmas con la fotografía de modelos, que surgió un poco, de su experiencia en Estados Unidos.
Una entrevista que nos enseña que en Comodoro, aún está todo por hacerse…
¿Cómo fue tu búsqueda de meterte en la fotografía artística?
Creo que siempre estuve en búsqueda de sensaciones. Siempre fui muy fan de las artes visuales y audiovisuales. A pesar de que empecé fotografiando objetos, todo me encaminó a terminar haciendo retratos artísticos.Eventualmente me empecé a dar cuenta de que mis fotos causaban sensaciones en otros. Eso me llevó a elegir la fotografía artística como mi principal objetivo.
¿Cuánto tuvo de influencia tu viaje a Estados Unidos en tu estilo fotográfico?
Lo que me marcó mucho de mi experiencia es que cuando yo me fui para allá, venía de trabajar muchos meses con fotografía comercial. Entonces cuando llegué , tuve un bloqueo artístico, y no me gustaban las fotos que estaba haciendo. Después de una sucesión de hechos, terminé desbloqueándome, y estuvo muy bueno estar en un lugar donde no me conocía mucha gente. Estuvo bueno porque pude formar mi propio círculo y explorar el arte, sin que me importe mucho el qué dirán. Eso fue clave, la libertad de estar allá sola y poder crear libremente.
Es en Estados Unidos donde surge el lado emprendedor de Mica:
Allí arma el evento “Mujer Movement”, que convocó a más de 20 artistas de Connecticut. Se le dió el lugar a mujeres especializadas en varias áreas como pintura, fotografía, video, música en vivo y diseño de indumentaria.
Cuando volviste de ese viaje, ¿cómo te volcaste a ser emprendedora en una ciudad como Comodoro?
En Comodoro, vi el potencial apenas llegué. Empecé a conocer a gente muy copada , y bueno, siempre me interesó generar estas redes entre la gente, porque creo que eso es lo que más nos hace crecer: el trabajo en equipo. Entonces organicé una serie de eventos en conjunto con otras personas.
Uno de esos fue la “Experiencia Jóvenes MET”, que se organizó en Ele (el año pasado), convocando a más de 50 artistas y expositores. Hubieron charlas sobre creatividad, veganismo, movimiento LGBTQ, medioambiente, emprendedurismo, presentaciones de baile, canto y teatro.
También surgió el “Mercadito de Moda y Arte“, que fue uno de mis preferidos. Reuníamos a artistas, emprendedores y diseñadores, y le dimos el espacio para que puedan comercializar sus cosas, elevando los estándares de lo que estábamos acostumbrados a ver en las ferias de la ciudad. Le prestamos más atención al lugar, al diseño, al trato. La idea era mostrarle a la gente que se están haciendo cosas copadas a nivel local, incentivando ese consumo.
¿Sentís que tu estilo para fotografiar y para trabajar rompe con algún paradigma acá en la ciudad?
Si (risas). Un poco sí. Yo creo que mi trabajo ha roto con varios paradigmas en Comodoro y la verdad que disfruté mucho ese proceso. Por ejemplo, en mi estilo para fotografiar, no me gusta photoshoppear las pieles de la gente con la que trabajo. No me gusta poner presiones hegemónicas sobre las y los modelos. En mis clases me gusta incentivar a que se cuestionen esas cosas, en cómo puede impactar nuestro trabajo en la seguridad de las personas. Otra de las cosas que también he visto que rompí un poco, es el hecho de fomentar el trabajo en equipo y romper la competencia entre fotógrafos. Disfruté mucho incentivar eso, ya que en Comodoro hay como mucho individualismo de a momentos.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Actualmente, me vine a vivir a Córdoba hace un par de meses. La idea es seguir desarrollando, por un lado, proyectos artísticos. Por otro lado más comercial, estoy empezando un emprendimiento de generación de contenido para redes, con una chica que es diseñadora gráfica. Por ahora, eso es todo.
