La fecha se estableció en 2015, impulsada por la Organización Internacional del Café, para celebrar la industria que se generó alrededor de esta popular bebida.
Ya sea que elijas beberlo sólo, o agregarle leche o crema. Que lo tomes cotidianamente o para mantenerte despierto, el café es la opción que siempre está ahí, para darnos un gustito y disfrutar de un momento en paz. Sus miles de variedades, estilos y combinaciones posibles, hacen que el café sea una bebida que puede adaptarse al gusto de las mayorías.
La Organización Internacional del Café estableció esta fecha como el “Día Internacional del Café”, para celebrar a todos los que están involucrados en la elaboración y producción de esta bebida. Se calcula que por día, a nivel mundial se consumen 3 mil millones de tazas. De hecho, es la bebida más consumida en el mundo después del agua.
Historia del café:
El café, proviene de la planta llamada “cafeto”, originaria de la provincia de Kaffa, en Etiopía, en donde crece naturalmente. Las cualidades energéticas del café ya eran aprovechadas por la tribu Galla en el siglo XI, quienes los mezclaban con grasa animal. Con su llegada a Arabia y la dominación turca de Anatolia, el café se expandiría a todo el mundo.
Actualmente, Estados Unidos es el país en donde más se consume esta bebida. Mientras que países como Brasil, concentran más de un tercio de la producción de café mundial. Italia, por ejemplo, ahora busca que la variedad “espresso”, sea considerada Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.
¿Cómo llega el café a tu taza?
La producción de café consta de ocho etapas para llegar a tu casa, las cuales son:
Plantación: Es la primera etapa del proceso de producción. Se trata de un ciclo natural que inicia desde la semilla hasta el crecimiento de la planta, la cual puede alcanzar los 10 metros de altura.
Cosecha: Se produce anualmente, cuando las cerezas de la planta de café están maduras. Se pueden recoger manualmente (picking), seleccionando las de mejor calidad en el momento, o bien, cosechar todas a la vez mediante un proceso mecanizado (stripping) y luego seleccionarlas más detelladamente.
Procesamiento: Se elimina la pulpa de la cereza y se deja secar el café listo para las siguientes etapas.
Curado: Su función es eliminar la cáscara que recubre al grano para luego clasificarlo según el tamaño, forma o calidad.
Cata de café: Se trata de la degustación para poder analizar su sabor y calidad.
Tueste: Aquí es donde obtiene su sabor y aroma característico. El grano es sometido a temperaturas que llegan a los 200°, aumentando su tamaño, perdiendo peso y disminuyendo la cafeína, adquiriendo su color característico.
Molido: Mediante el uso de un molino el café se convierte en polvo.
Preparación: Finalmente, el café llega a tu taza, para ser consumido de la forma que uno prefiera.
Ahora sí, a todos quienes participan del proceso de elaboración, lo preparan o lo disfrutan, les deseamos un feliz día lleno de café.