Día Nacional del Mate

Leo Mattioli, Materiales, Matesuli, Matthew McConaughey, Matienzos, Matesovich, Verdes, Amargos…no importa cómo lo llames. El mate es nuestra bebida nacional por excelencia, esa que nos acompaña en momentos alegres y momentos feos, estudiando a full o con amigos, en verano o en invierno. Toda excusa es válida para preparar esta querida infusión. Acá te contamos de dónde surge la celebración de este día, y de yapa, como prepararlo y cebarlo bien 😉

¿Sabías que en Argentina se consumen unos 256 millones de kilos de yerba mate? Esto significa un consumo anual per cápita de unos 6,4 litros de mate. En litros, hablamos de unos cien litros de mate cada año, por persona. Así lo indicó el Instituto Nacional de la Yerba Mate.

Con tanto verde en nuestras venas, no podíamos ignorar su celebración, que a través de la Ley 27.117, promulgada el año 2015, establece que hoy 30 de noviembre es el Día Nacional del Mate.

La fecha se eligió en conmemoración del nacimiento del comandante guaraní Andrés Guacurari, quien fuera Gobernador de la Provincia de Misiones desde 1815 hasta 1819. Fue él el encargado de fomentar la producción, comercialización y consumo de la yerba mate en todo el país.

Esta bebida, la cual prácticamente no puede faltar en ningún hogar argentino, posee propiedades energéticas y antioxidantes. Sin ir más lejos, era considerada por los pueblos guaraníes como una “bebida sagrada”, que se obtenía al mezclar las hojas de la yerba mate con agua. También era considerado un objeto de culto y hasta funcionó como moneda de cambio.

Con el tiempo, el consumo de esta bebida se popularizó y extendió hacía todo el territorio, y desde hace cinco siglos que la costumbre ha permanecido inalterada.

Podés tomarlo amargo o con azúcar (o stevia para los más “lights”), o con jugo de frutas y bien frío en verano, eso es a gusto de cada uno. Pero hay una serie de pasos claves para preparar un mate como se debe, y estos son:

Llenar las tres cuartas partes del mate.

-Se lo sacude tapando la boca del mismo con la palma de la mano. Esto se hace para sacar el excedente de polvillo.

-Hay que dejar la yerba de un sólo lado del mate, de tal forma que al pararlo, quede en posición diagonal u oblicua.

En la parte donde hay menos yerba, se tira un chorrito de agua fría o tibia. En donde se hincha, ese es el lugar en donde hay que colocar la bombilla, tapando el huequito con un dedo para evitar que, justamente, se tape.

-Cuanto más cerca de la bombilla se vierta el agua (cuya temperatura debe estar entre los 70° a 80° C.2), más tiempo se conservará el sabor y se evitará que se tape, ya que la yerba se irá mojando progresivamente.

-No es que exista un protocolo estricto para tomar mate, pero en general, el que lo prepara es el que lo ceba (y el que se toma el primero, el cual no suele ser el de mejor sabor), y lo debe hacer circular en el sentido de las agujas del reloj. Es importante no “colgarse” media hora con el mate en la mano y hacerlo circular dentro de todo rápido. Cuando no quieras más, es de buena educación decir “gracias”, para indicar que ya estás satisfecho.

Eso sí, en tiempos de pandemia, no está de más recordar que no es la mejor idea compartir mate entre personas, ya que puede ser un vehículo más de transmisión del coronavirus. Así que, por ahora, es aconsejable que cada uno tenga su propio mate y bombilla, compartiendo el termo o pava con agua.

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