Termina el 2020, pero lejos estamos de volver a la normalidad en el 2021. En este particular contexto, la Filarmónica de Viena se prepara para el tradicional concierto de Fin de Año, en donde no habrá público presente.
“No podemos abolir la música y la cultura, aun en pandemia. Es extraño interpretar música llena algunas veces de alegría y otras de nostalgia, pero se ha concebido para dar un regalo al público”, señaló el director de orquesta invitado para la ocasión, el italiano Ricardo Muti.
En un año lleno de tristeza y dolor en el mundo, llevar un poco de alegría y cultura a la gente desde sus hogares, parecía la única opción posible para cerrar el 2020 y dar comienzo al 2021. “Tocaremos en esta festividad de enero, no sólo como un mensaje de hermosa música, sino como uno de esperanza.”, resaltó Muti en conferencia de prensa.
En estos momentos, Viena es una de las ciudades capitales más afectadas por la segunda ola del coronavirus en Europa, con más de 6 mil muertos hasta la fecha por esta razón. La celebración del concierto coincide con el tercer periodo de confinamiento que se vive en Austria, desde el 26 de diciembre hasta el 18 de enero.
Con nuevas medidas de confinamiento que obligan a la gente a quedarse en sus casas, el director describió la escena como “el ambiente de una película de horror”.
La increíble Sala Dorada del Musikverein (Salón de Música), dará lugar en sus palcos a las cámaras de televisión que transmitirán el concierto en al menos 100 países. Respecto al protocolo al que deben someterse los músicos para poder ingresar al escenario, incluyen por ejemplo, tomarse la fiebre diariamente. Sin embargo, no usarán cubrebocas una vez sentados para iniciar el concierto.
Como todos los años, la obra cerrará con la tradicional Marcha Radetzky, de Johann Strauss hijo. Sin embargo, Muti reconoció que será “extraño terminar una polca rápida sin la respuesta en director del público”.
El ballet también estará presente en la transmisión televisiva del concierto, como se acostumbra desde 1959. Este año estará a cargo por segundo año consecutivo, el coreógrafo español José Carlos Martínez (Cartagena, 1969), Premio Nacional de Danza en 1999 y antiguo bailarín solista de la Ópera de París, donde empezó con Rudolf Nureyev.
El cuadro de ballet, (a cargo de integrantes del Ballet de la Ópera de Viena) constará de dos actuaciones en la segunda parte del concierto, las cuales fueron rodadas a finales de agosto bajo la dirección de Henning Kasten. En la polca francesa “Margarita”, de Josef Strauss, veremos a dos parejas de bailarines en el Palacio del Jardín del Museo Liechtenstein. Y la segunda llegará en el vals “Voces de primavera”, de Johann hijo, con cuatro parejas en el llamado Looshaus, uno de los edificios centrales del modernismo vienés, diseñado por Adolf Loos. Para el vestuario se ha vuelto a contar este año con un diseñador importante, el modisto francés Christian Lacroix, que ya diseñó el vestuario en las ediciones de 1998 y 2000.
La tradición del Concierto de Fin de Año de la Filarmónica de Viena, tuvo lugar por primera vez en 1939, de la mano del director Clemens Krauss. Al tratarse de una fecha tan esperada, los tickets para presenciarlo en vivo se venden por sorteo con meses de anticipación, más específicamente, desde febrero de cada año.
Este año, las personas que hayan adquirido su entrada y por obvias razones, no podrán asistir, se les reembolsará el dinero. Además, ya se anunciaron las fechas para participar en el registro y sorteo de entradas de los próximos conciertos previstos para diciembre del 2021 y enero del 2022. Los valores oscilan entre los 20 y mil 200 euros.