Mitos sobre el 25 de Mayo

Hoy se conmemora el “Día de la Revolución de Mayo”, nuestra fecha patria más importante. Muchos mitos y leyendas se han creado alrededor de este acontecimiento con el paso de los años, pero historiadores y profesionales se han encargado de contarnos la otra cara de la moneda.

¿Había gente con paraguas en las afueras del Cabildo, esperando por respuestas?

Esta famosa imagen que todos tenemos en nuestro imaginario del pueblo afuera del Cabildo, esperando con paraguas y lluvia, fue extendida principalmente gracias a la obra de Ceferino Carnacini de 1938 “El pueblo quiere saber de qué se trata”.

Sin embargo, pese a que hay actas del Cabildo del día 25 de mayo de 1810 que indican que efectivamente llovió, es poco probable que el pueblo estuviera reunido en las calles, y mucho menos con paraguas. Sucede que en ese entonces, el paraguas era considerado un artículo de lujo, importado de Londres, al que sólo podían acceder las clases más pudientes.

¿Y las escarapelas?

Nuevamente un mito extendido por las revistas escolares en un intento de evocar sentimientos hacia los colores de nuestra bandera. Pero las famosas “escarapelas” repartidas el 25 de mayo no eran celestes y blancas ni representaban a nuestro emblema argentino. De acuerdo a diversos historiadores, no se repartieron escarapelas, sino cintas, con colores que variaban entre el rojo y el azul, representando los colores de la Casa De Borbón y la de la Corona Española.

Además, no eran entregadas aleatoriamente al pueblo en señal de festejo por la Revolución, sino que eran repartidas para identificar a quienes se consideraban aliados o fieles , y se utilizaban como distintivo para no ser atacados por las tropas de los chisperos en caso de disturbios.

El 25 de mayo ¿”nace” la patria?

No es un dato menor recordar que en 1810, nuestro territorio no estaba conformado por todas las provincias y ciudades que conocemos hoy, y las distancias entre los distintos cabildos del interior y las técnicas de comunicación de la época, hacían que las noticias no llegaran tan rápido a oído de todos.

Por ejemplo, Córdoba fue uno de los opositores a la conformación de la nueva República y el derrocamiento del virrey Cisneros. Mientras que en Mendoza, si bien aceptaron la reforma, no se enteraron si no un mes después de los sucesos ocurridos.

Los territorios indígenas como la Patagonia o Chaco ni siquiera participaron del proceso.

Con el 25 de mayo, no “nace la patria”, sino que comienza a construirse lentamente una nueva identidad nacional, con nuevos conflictos y discusiones sobre la primacía de Buenos Aires por sobre las provincias del interior.

Buenos Aires no era como la conocemos hoy:

Parece una obviedad, pero a menudo se extiende una imagen de la Buenos Aires de 1810 mucho más organizada de lo que era en realidad, con damas antiguas y peinetones y con vendedores ambulantes repartiendo empanadas calientes. Nada menos cierto.

Buenos Aires, pese a ser la 2da ciudad más importante de Sudamérica en ese entonces, era relativamente pequeña y no superaba los 40 mil habitantes. De hecho, lo que se entendía como “pueblo” era en realidad un grupo acotado de personas, conformado por las familias de renombre y adineradas, figuras políticas, sacerdotes, profesionales como abogados, periodistas y doctores, militares, y no mucho más.

Además, la presencia de animales en las calles como caballos, perros y ratas, más el olor nauseabundo de sus excrementos, más la falta de servicios públicos como cloacas o recolección de residuos, hechan por la borda esta imagen de las damas antiguas paseando por las calles coloniales con sus peinetones. La vida social de Buenos Aires transcurría prácticamente puertas adentro.

Figuras como la del sereno que anuciaba la hora y el tiempo, no aparecieron sino hasta 1830. La venta de “empanadas calientes” tampoco era muy realista, ya que, considerando que se realizaba en el centro de la actual plaza de mayo y al aire libre, claramente se enfriaban con rapidez.

Otro dato no menor, es que para 1810, la población afrodescendiente representaba gran parte de la población de Buenos Aires, según un censo que contabilizaba 9615 personas negras y mulatas. Por lo que la imagen de una sociedad exclusivamente blanca y europea, tampoco era del todo cierta.

¿Sabías estos datos sobre la Revolución de Mayo? ¿Qué otros mitos de esta fecha recordás?

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