Nobel de Química para dos científicas

Se trata de la estadounidense Jennifer Doudna y la francesa Emanuelle Charpentier. Juntas, desarrollaron un método de edición del genoma, al que llamaron “tijeras moleculares” y que podría curar enfermedades hereditarias.

Es la primera vez que el premio es compartido por dos científicas. El jurado de la Academia Sueca de Ciencias decidió otorgarles el premio que incluye una medalla y más de un millón de dólares por el “desarrollo de un método de edición genética”. Doudna y Charpentier, analizaron el sistema inmunológico de una bacteria Streptococcus, y “descubrieron una herramienta molecular que se puede utilizar para hacer incisiones precisas en el material genético, lo que permite cambiar fácilmente el código de la vida”.

El método desarrollado por las científicas se llama “CRISPR/Cas9. Sirve para realizar modificaciones en el genoma de todos los seres vivos, incluidos los seres humanos. Este método puede aumentar el rendimiento de los cultivos o el ganado y a su vez, permite el desarrollo de pruebas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, el dengue, el covid-19 y enfermedades hereditarias.

Hay un enorme poder en esta herramienta genética, que nos afecta a todos”, sostuvo Claes Gustafsson, presidente del comité del Premio Nobel de Química. “Esto no solo ha revolucionado la ciencia básica, sino que también ha dado lugar a cultivos innovadores y dará lugar a nuevos tratamientos médicos revolucionarios”. No obstante, señala que aunque podría brindar grandes oportunidades para la humanidad,  el “enorme poder de esta tecnología significa que tenemos que usarla con mucho cuidado”.

Es que el descubrimiento de las científicas no ha estado exento de polémica y debates éticos. En 2018, el científico chino  He Jiankui, reveló que había ayudado a crear a los primeros bebés editados genéticamente, con el objetivo de prevenir un futuro contagio del virus del sida. Sin embargo, su trabajo fue denunciado por tratarse de una experimentación con humanos poco segura, con el riesgo de causar cambios no intencionados, por lo cual actualmente se encuentra en prisión.

Un comité de científicos internacional determinó que que aún es muy pronto para “crear bebés” modificados genéticamente, ya que la ciencia aún no ha avanzado tanto en términos de seguridad.

Así y todo, Charpentier y Doudna se mostraron orgullosas de su premio: “Deseo que esto envíe un mensaje positivo a las jóvenes que quieren seguir el camino de la ciencia”, señaló esta última.

Y remarcó: “Mi mayor esperanza es que se utilice para el bien, para descubrir nuevos misterios en biología y para beneficiar a la humanidad”.

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