“Sobre otras cosas, menos amor”: El corto patagónico que le habla al amor adolescente

Un grupo de adolescentes comodorenses y radatillenses se unieron para un objetivo simple, pero contundente: crear un corto audiovisual. Con las trabas de la pandemia y los recursos en su contra, todos pusieron su talento en marcha para crear “Sobre otras cosas, menos amor”, un corto que le rinde homenaje a la adolescencia en el sur, entre playas y atardeceres imponentes, y con los sentimientos a flor de piel que caracterizan ese instante de nuestras vidas.

El corto, se presentó el pasado 10 de abril en el emblemático Cine Teatro Español de la ciudad, en un evento organizado autogestivamente por los chicos, con todos los protocolos en el marco de la pandemia, con mucho profesionalismo y amor por el arte audiovisual local. El soundtrack del corto está compuesto por música original de Alejandro Fras, y canciones de Gaby Caniza, que le aportan aún más valor a una producción 100% patagónica y costera.

En esta entrevista, pudimos hablar con Alvaro Palindra, escritor y director del corto, que nos dio más detalles sobre el detrás de escena, el significado de la historia, cómo fue la recepción del público, ¡y más!

¿De dónde nace esta historia?¿Podés comentar en qué te basaste?

La idea de hacer un corto nació con Constanza Cortes Güil que es la productora. Somos amigos desde hace ya tiempo y me habían llamado para hacer un videoclip, y le pedí ayuda en el tema de las cámaras. Después de haber terminado ese trabajo ella fue la que me propuso por qué no hacer un corto. Veníamos de un año complicado con el tema de la pandemia, en ese momento ya era mediados de julio, que se empezó a liberar todo un poco más. Salió así la idea de hacer algo chico, por las ganas de hacer algo y ocupar nuestro tiempo.

Lo único que sabíamos es que podíamos tener por contactos, permiso para grabar en una pileta, porque el principal problema con el que me he encontrado a la hora de filmar cortos es con el tema de las locaciones. Y si es al aire libre, el clima de la ciudad no ayuda mucho. Además en ese entonces no sabíamos con qué equipo íbamos a contar, entonces me gustaba la idea de poder hacerlo en un espacio cerrado. Por suerte conocíamos a un amigo que conocía a alguien (risas) que nos podía permitir grabar en el natatorio. Una vez que tuvimos eso confirmado, me puse a escribir la historia ya centrándolo en que iba a ser dentro de un natatorio.

Ya con el tema del encierro venía mirando muchas películas de amor y bueno, creo que se vio un poco influenciado lo que fui escribiendo e imaginándome, pero siempre pensándolo no desde una idea del amor romántico, sino más como algo ambivalente y difuso. Que no sea tan melodramático pero sí pensándolo desde una mirada más “realista”, incluso un poco pesimista.

Creo que no tengo una fuente directa desde donde me basé, pero creo que una vez que lo vi terminado, me di cuenta de que me influencie por mis gustos en música, en libros, en esto de la voz en “off”. Fui tomando pequeñas partes de diferentes cosas que en el momento capaz no me di cuenta, cosas que capaz no tenían que ver con la historia en sí pero que ayudaron a generar determinado clima.

¿Cómo fue todo el proceso de armado del corto?

Duró más o menos unos 9 meses. Yo habré empezado a escribir el guion a fines de julio, principios de agosto y lo terminé de editar a principios de marzo. En un principio empezó como una idea entre Constanza y yo, de querer hacer un corto. Yo ya había trabajado en algo de la uni con Becca, que es la protagonista. Ya habíamos hecho un pequeño trabajo con Amilcar Sendra que fue el director de fotografía, y ya sabíamos en sí quiénes queríamos que participen.

Después para el papel de la segunda protagonista, habíamos hablado con una chica pero ella al final no tenía tanto tiempo disponible, hasta que por arte de magia apareció Julieta Ponce, que nunca había actuado. Pero nos convenció y así empezamos a ensayar. Después se sumó Natalia Pagliari, que yo estudio Comunicación con ella en la Universidad local y se sumó como Asistente de Dirección.

Por último Francisco Fernández que también estuvo en la parte actoral. Después hubo un equipo gigante, ellos fueron como los más fijos, además de Alejandro Fras que hizo la música original para el corto. Después hubo mucha gente que nos ayudó prestándonos micrófonos, cables, placas de audio, lo que sea, hasta la más mínima cosa se coparon en ayudarnos. También nos ayudaron algunos que hicieron de extras, para que haya un poco de movimiento en el natatorio.

En total habremos sido un equipo de 30 personas o más, entre escena y escena.

Hubo un pequeño casting de actores pero teníamos ganas de trabajar con Becca y Julieta. Habremos arrancado a ensayar con ellas en octubre, de juntarnos al menos una vez a la semana. Y después toda la grabación duró un mes, durante enero. Pensábamos que iban a ser pocos días al principio y al final fueron como dos semanas de estar grabando en las diferentes locaciones. Después todo lo que fue febrero lo estuve editando, y también trabajando con Ale Fras en la música, que le iba pasando partes del corto y le decía “de acá a acá estaría bueno que suene una música” y de ahí íbamos viendo que podía ser. Para principios de marzo ya estaba terminado.

¿Cómo fue presentar este corto en público en un cine tan emblemático como es el Teatro Español de Comodoro? ¿Qué sentimientos les trajo como equipo?

El hecho de presentar el corto en el Cine Español fue rarísimo. En un momento lo habíamos hablado con todo el equipo, de presentarlo en algún lugar. Teniendo en cuenta que con el tema de la pandemia, sabíamos que iba a estar complicado. Pero pensábamos ya que estaba todo un poco mejor, presentarlo en algún centro cultural o algo así y bueno, por conocidos y contactos y demás, surgió la posibilidad de estrenarlo en el Español.

Fuimos, hablamos con la gente de Sudestada y se copó enseguida, no tuvieron ningún problema en hacer la movida. Ahí se me ocurrió de que ya que teníamos nuestro corto, aprovechar para mostrar otros trabajos audiovisuales de la ciudad. No sé, fue raro el hecho de verlo en un cine, en una pantalla grande como se ve cualquier película, ver una producción que hiciste vos mismo con un montón de gente, fue raro y muy lindo.

Pero además de eso, toda la difusión que hubo antes del estreno por las redes, por el boca en boca, los diarios digitales y toda la gente que fue al estreno, eso terminó de cerrar todo ese día que lo viví como algo muy raro. Porque si bien se han hecho cosas en Comodoro, y han tenido una buena repercusión, no esperaba que algo hecho por nosotros, que empezó como una manera de sacarnos el aburrimiento, termine convocando tanta gente en el cine de la ciudad. No lo esperábamos, así que fue algo re lindo.

Nos generó un sentido de responsabilidad tener a cargo un evento así, que teníamos que organizar todo. Fueron varias semanas de querer hacer todo bien con el tema de los protocolos y por suerte creemos que salió un evento ordenado. Lo único que queríamos es que la gente se animara a ir y darnos su tiempo, y que cuando salga sienta que valió la pena.

¿Por qué elegiste a Gaby Caniza para el soundtrack?¿Qué crees que aporta su música en la historia?

La música de Gaby la elegí porque en primer lugar soy muy fan de su música. Creo que todo lo que hace tiene un nivel de calidad y profesionalismo tremendo. Siempre me gustó la idea de hacer cortometrajes usando música local porque yo creo que deberían tener mucha más repercusión. Siempre me gusto la idea de aprovechar el talento y el arte que hay acá, que es muy bueno. También conectar los dos mundos que es la música y lo audiovisual.

Creía que Gaby en este trabajo iba a pegar muy bien. Terminamos eligiendo dos canciones que son “La historia del tigre” y “Chica Rex”. Tiene algo su música que es como una dulzura dolorosa, por así decirlo. Dice las cosas de una manera hasta “ingenua” diría, que creo que conectaba muy bien con lo que quería transmitir en este corto, que habla de algo doloroso de la mente de la protagonista, pero que termine generando dulzura e ingenuidad. Fue una muy buena elección porque las escenas en donde aparecen sus canciones levantaron muchísimo.

¿Crees que lograste transmitir el mensaje que esperabas a través del corto o preferís dejarlo más a libre interpretación?

En un momento yo quería que quede muy claro lo que quería contar. Es más, en un momento hay una escena en el corto, que es una de las últimas que pasa en el baño, que es el momento clave de la protagonista. Primero habíamos grabado una escena que era mucho más literal y la protagonista se abría. Pero después vi que era demasiado literal y pensé que le estábamos diciendo al espectador lo que tenía que sentir Y le dije a las chicas que teníamos que volver a grabar esa escena.

Simplemente le dije a Julieta que iba una respuesta, que no la digo porque “spoiler” (risas). No, pero que simplemente diga una respuesta corta y que lo deje a interpretación de las personas. Yo sigo teniendo mi visión sobre lo que cuenta el corto, pero me ha pasado que la mayoría de los chicos que lo vieron lo pensaron del lado contrario al mío. Eso es lo que terminé buscando al final, porque está bueno pensar que con el final cada uno se refleja en sí mismo por así decirlo y que dependa de cada uno si es un final triste o feliz.

Yo creo que ahí uno se pone en ese lugar y cada uno piense si es algo bueno o malo, y que exista esa ambiguedad es lo que terminé buscando desde el principio.

Por suerte, después del estreno muchas personas nos enviaron mensajes en la cuenta de Instagram que tenemos del corto y nos dijeron cosas muy lindas, que es lo que más busco y lo que más cuesta hacer. Que la persona sienta lo que estas transmitiendo y que haya gente que te diga que se sintió identificado o que le hizo pensar cosas es un montón. Cualquier cosa artística que haga alguien puede sonar lindo o verse lindo en calidad, pero yo creo que lo más importante es que se transmita algo. Haber logrado eso es algo muy lindo y loco.

¿Qué te genera como productor audiovisual haber hecho un trabajo 100% patagónico y costero?¿Te inspiró a seguir creando próximamente o crees que vas a marcar escuela de alguna forma?

Me sorprendió muchísimo porque yo ya venía de hacer cortos por cuenta propia, pero siempre tenía el prejuicio de pensar de que hacer algo acá era imposible. Que no existen los medios, que no hay gente en la parte audiovisual, que es algo que está como escondido. Siempre pensé eso, que si hacía cortos era porque yo tenía ganas, pero que no iba a llegar a cierto nivel. Pero haciendo este corto, nos dimos cuenta con todos los chicos que hay muchísima predisposición, que nos ayudaron muchas personas sin esperar nada a cambio. Que cuesta pensar a veces que hay gente que no tenga drama en ayudar sin esperar un rédito económico o académico, y que haya desde personas a negocios que nos prestaron cosas, nos hizo dar cuenta de que quizás podíamos pensar en hacer algo más grande. Obviamente todos estos trabajos son colectivos, es imposible hacerlo sólo. Y el hecho de que exista ese espíritu colectivo acá en la ciudad, de hacer arte sólo por las ganas de hacer arte y de que salga bien, y tener ese amor por el detalle, demuestra que se pueden hacer cosas piolas acá.

No es que lo nuestro sea lo mejor del mundo, pero no lo pienso tanto por el producto final, sino por el espíritu que hubo en un montón de gente de querer hacer las cosas. Yo creo que eso en un tiempo va a llevar a algo lejísimos porque hay muchísima gente que se copa enseguida en participar, y eso está buenísimo.

Lo de marcar escuela, no creo jajaja, me parece muchísimo, aunque ojalá que sí. Sería lindo, pero no creo. Creo que está bueno recordar que simplemente somos unos chicos de entre 17 y 21 años que teníamos ganas de hacer algo. Obviamente nos gusta el cine, algunos tenemos nociones sobre fotografía pero tampoco sabemos tanto. Usar micrófonos fue un lío que tuvimos que aprender por internet y fuimos aprendiendo sobre la marcha. Creo que cualquiera podría hacerlo. Por eso no creo que marquemos escuela, porque hay muchísimo talento acá y falta mucho más. Hay gente que sé que tiene todo, pero por alguna razón no se animan.

Lo que si estaría bueno dejar con todo esto y lo que pasó en el cine es que si estás aburrido, podés pensar alguna historia, la que quieras, y ver que sale. Eso fue lo que hicimos, y nos salió bien. Si sale algo bien, nos dan ganas de seguir haciendo cosas y la idea es seguir con el mismo equipo. Ya estamos pensando en un nuevo proyecto, pero bueno, tampoco queremos desesperarnos, que todo sea a su tiempo. Ojalá el año que viene podamos mostrar algo más. Y que aunque no sea así, que sigan esas ganas de querer ver cosas audiovisuales de Comodoro, que sigan habiendo festivales improvisados y que la gente siga yendo.

Eso además de abrir puertas y dar reconocimiento a la gente que tiene talento, dan ganas a otras personas de hacer, porque ven que se puede mostrar.

Instagram de “Sobre otras cosas, menos amor”:

Teaser trailer de “Sobre otras cosas, menos amor”:

Zeen is a next generation WordPress theme. It’s powerful, beautifully designed and comes with everything you need to engage your visitors and increase conversions.