La banda de rock brindó una ocurrente propuesta para los recitales en un mundo invadido por el coronavirus. Tanto los músicos, como el público, estuvieron encerrados en burbujas de plástico individuales y así pudieron disfrutar del show teniendo en cuenta los recaudos necesarios. ¿Será la respuesta que la música estaba esperando?
El universo de la música y los recitales han sido sin dudas, de los más golpeados como consecuencia del coronavirus, que prohibió que se pueda realizar cualquier tipo de concierto o festival en todo el mundo. Sin embargo, la banda oriunda de Oklahoma, The Flaming Lips, maravilló a todos con su ocurrente alternativa.
Tanto los espectadores, como los miembros de la banda, estuvieron en el concierto, cada uno encerrado en su propia burbuja de plástico. La idea no salió de la nada: el propio cantante de la banda, Wayne Coyne, solía encerrarse en una burbuja de plástico y caminar sobre el público en los tiempos previos a la pandemia. Y pensaron, ¿por qué no intentarlo con todos?.
“Las inflás y la gente puede estar dentro durante bastante tiempo. Ya en 2006 me metía en una de las burbujas espaciales al final de nuestro gran desfile de Halloween aquí, y caminaba por la calle durante casi una hora en una. Tiene mucho aire. Puedes estar allí durante bastante tiempo”. explicaba Coyne.
“Parece absurdo, pero al principio lo hacíamos como algo divertido y se ha convertido en algo muy serio y real. Estamos empezando a estar preparados para hacer un show donde, sí, haya tres personas en cada burbujas y nosotros tocando”, afirmaba.
De hecho, hace sólo un par de meses atrás, la banda ya había probado este experimento cuando tocaron en el show de Stephen Colbert y el de Jimmy Fallon. Y antes de anoche, pusieron en marcha el plan, tocando de esta forma en “The Criterion”, un recinto ubicado en su propia ciudad de origen.
Tanto los músicos como los fanáticos que asistieron al show, compartieron imágenes de la experiencia en redes sociales y a juzgar por la alegría de todos, no se ve tan mala idea. Según declaraciones de Wayne Coyne ante la prensa días antes del evento, se trató de un experimento para probar la viabilidad de realizar más conciertos con ese formato.
Sin embargo, quedan un par de dudas para aclarar, como por ejemplo, el tiempo de duración del oxígeno en cada burbuja o cuáles son los protocolos de desinfección de las mismas. Así y todo, esta podría ser una interesante propuesta para las bandas que viven de su música y necesitan salir a tocar, así como para los fanáticos que se encuentran con ansias de ver a sus artistas favoritos en vivo. Al menos, será divertido hasta que salga la vacuna contra el coronavirus de una buena vez, y las cosas regresen de a poco a la normalidad.