Siguiendo los pasos de países como Japón, que se encuentran desarrollando yenes digitales, algunos expertos sostienen que lo mismo podría evaluarse acá en Argentina, marcado por las nuevas tendencias en el consumo y el contexto de la pandemia.
De hecho, gran parte del dinero del país ya circula de manera electrónica, además de un marcado crecimiento del uso de las billeteras digitales. Sin embargo, esto no significa que efectivamente está funcionando una moneda virtual como tal.
Ramiro Marra, director de Bull Market Group sostuvo que el progreso tecnológico que están atravesando las monedas virtuales es una de las revoluciones que más expectativa están generando.
Para comenzar a pensar en lo que podría ser el uso de una moneda virtual, el experto señala que “el primer paso, es que e Banco Central de Argentina se modernice y empiece a trabajar hacia donde va el mundo, más que en proyectar la impresión de billetes de 5.000 y 10.000 pesos.”
Argentina, ya tuvo antecedentes de intentos de crear una moneda virtual, durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, sin embargo, el proyecto no prosperó.
ePesos: Ventajas y Desventajas:
Según los especialistas, la creación de una moneda virtual otorgaría mayor velocidad y transparencia, además de una reducción de costos de logísticas, como el transporte del dinero en efectivo
Además, el ePeso permitiría una mayor trazabilidad, permitiendo analizar políticas económicas por el efecto de la demanda.
Pero las desventajas son también considerables, en un contexto como el de Argentina, donde la moneda es endeble y hay un bajo acceso a servicios bancarios. Además, la educación financiera es otro problema a tener en cuenta, porque hay una gran parte de la población que se resiste a utilizar otros métodos de pago que no sean efectivo. Por último, el principal inconveniente pasa por la dependencia tecnológica que este tipo de moneda generaría, ya que las operaciones en monedas digitales sí o sí requieren de electricidad e internet. Ante un apagón de energía, el sistema sería inutilizable.
Sin embargo, el contexto de la pandemia nos lleva a replantearnos si no se trata de un cambio que podría ser real en un futuro no tan lejano, considerando el crecimiento del comercio virtual, la apertura de cuentas bancarias por medio del celular y el reinado de los canales digitales por sobre los físicos.
La demanda de la sociedad por métodos de pago más higiénicos, seguros y a bajo costo son cuestiones que nos llevan a pensar que, eventualmente, el dinero en formato papel podría dejar de circular en los años venideros.