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A un año del anuncio de la cuarentena en Argentina

Un día como hoy pero del 2020, el presidente de la Nación, Alberto Fernández anunciaba el comienzo de la cuarentena en todo el país, a través de una cadena nacional. A la fecha, según el último reporte del Ministerio de Salud de la Nación, acumulamos 2.226.753 casos de coronavirus. De ese total, ya superaron la enfermedad 2.009.877 y son casos activos 162.490.

El 19 de marzo del 2020, fue el día que cambió el rumbo de la historia a nivel nacional, al menos por ahora. Ese día, Alberto Fernández, en apenas los primeros meses de su flamante mandato, anunciaba el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. “¿Aislamiento obligatorio? ¿Cuarentena? ¿Coronavirus?”, eran muchos los nuevos términos que la sociedad argentina estaba comenzando a escuchar cuando se anunció la medida. Sin embargo, tenemos estas palabras tan incorporadas en nuestra vida cotidiana a un año de lo ocurrido, que ya ni siquiera dudamos de a qué se refieren.

Sin embargo, aquel 19 de marzo todo era incertidumbre y temor. ¿Cómo balancear el fantasma de la represión y el autoritarismo en un país con el historial de Argentina y a la vez seguir los mandatos que todos los países del mundo estaban comenzando a seguir al pie de la letra según la OMS?

Con el correr de los meses, existieron quienes argumentaban que en Argentina teníamos “la cuarentena más larga del mundo”, “esto es una infectadura”, “que abran todo”, “que se cuide el que se quiera cuidar”, mientras los casos de coronavirus subían exponencialmente, hasta llegar a picos alarmantes durante octubre.

Pero sin embargo, no se puede negar que en un principio, la rapidez de Alberto Fernández, junto a una sorprendente unidad con Horacio Rodríguez Larreta y el resto del gabinete para anunciar medidas, fueron uno de los grandes aciertos del comienzo de la pandemia en el país.

“La salud para nosotros es muy importante. Por eso, hemos tomado el toro por las astas desde el comienzo. Nos hemos abocado a dar respuestas rápidas, aprovechando que Dios nos dio tiempo para poder prevenir el avance del virus”, había expresado en aquél discurso el presidente.

De repente, el panorama habitual de Argentina se detuvo por completo. Desde Jujuy, hasta Tierra Del Fuego, todos permanecían en sus casas (a excepción de aquellos trabajadores a los que se consideró esenciales, como personal de Salud, de Seguridad, Fuerzas Armadas, de Supermercados y algunas fábricas relacionadas a estas industrias). La gente se ponía creativa en los balcones (y en la cocina) , aplaudían al personal de Salud todas las noches, y se normalizaron cientos de hábitos de los que ahora no nos podemos despegar.

En su momento, Fernández destacó que se trataba de una medida “absolutamente excepcional, dentro de un momento excepcional”, cuando el ASPO tenía fecha límite para el 31 de marzo. Las prioridades eran “cuidar la salud de los argentinos y tratar que de los efectos sobre la economía sean lo menos dañinos posibles”.

Ahora, parándonos en este día pero del 2021, la nueva realidad de Argentina vislumbra una luz de esperanza en poder regresar a nuestras vidas previas a la pandemia. La campaña de vacunación continúa su curso, aprovechando los acuerdos con diversas vacunas desarrolladas en laboratorios de todo el mundo.

Por lo pronto, la prioridad está puesta en vacunar a los adultos mayores, al personal de Salud y a todo aquél que posea factores de riesgo graves ante el coronavirus.

La expectativa del Ejecutivo es llegar al invierno con la gran mayoría de la población vacunada. Al mismo tiempo, aumenta la preocupación por la llegada de una segunda ola, con el avance de las nuevas cepas del coronavirus que están afectando a países como Brasil y el Reino Unido.

Mientras tanto, podríamos decir que a estas alturas del partido, todos hemos aprendido a adaptarnos a esta nueva realidad, y ya casi olvidamos como era salir a la calle sin cubrebocas, no desinfectar hasta el picaporte de la puerta y no lavarse las manos por lo que sea. Esperemos que a esta misma altura del año, pero del 2022, la cuarentena sólo sea un curioso capítulo más de nuestras vidas.

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