¿El dióxido de cloro puede curar el coronavirus?

Spoiler alert: No. Instituciones como la ANMAT y la Organización Panamericana de la Salud, desaconsejan su uso y advierten sobre los peligros de consumirlo para “combatir enfermedades”. El dióxido de cloro se volvió muy popular, bajo la creencia de que puede curar el covid-19.

Luego de que el tema estallara en redes sociales (en parte, gracias a la conductora Viviana Canosa, que tomó un sorbo de este líquido en su programa en vivo “Nada Personal”, de Canal 9), personalidades de la comunidad científica, así como organizaciones, salieron a aclarar los tantos respecto a los verdaderos efectos del dióxido de cloro en los seres humanos.

Es que aún, no existen suficientes pruebas científicas que comprueben su eficacia y quienes lo comercializan para ese fin, no están avalados por los organismos pertinentes. De hecho, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, la ingesta de dióxido de cloro pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.

“La OPS aclara y enfáticamente desaconseja el uso de dióxido de cloro y de sus derivados para ser ingerido o inhalado o para cualquier otro uso en humanos, estos productos se usan para desinfectar superficies inanimadas no para seres humanos”, señalaba Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la OPS, en una nota publicada en la página “Noticias ONU”, de las Naciones Unidas.

¿Qué es el dióxido de cloro?

Se trata de un gas de color amarillento, que se utiliza como blanqueador para la fabricación de papel, o como desinfectante de superficies. Esta función se da cuando entra en contacto con el agua, generando iones clorito.

“El dióxido de cloro es un oxidante enérgico y poco selectivo. Sirve para atacar al virus en una superficie inerte como una mesada o una pileta, pero en nuestro cuerpo es reactivo frente a las moléculas que constituyen el organismo”, explicaba Luis Baraldo, doctor en Ciencias Químicas y vicedecano de la Facultad de de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

Por otro lado, la ANMAT, señalaba que “Debido a la circulación de información en redes sociales y medios digitales relacionados a la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de COVID-19 u otras enfermedades, se recuerda que el producto mencionado no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso”.

Carla Vizzotti, de la Secretaría de Acceso a la Salud, también acompañó el aviso de la ANMAT, publicándolo en su Twitter:

Ahora que ya sabés, a no esperar soluciones “milagrosas” y mejor esperar al desarrollo de la vacuna contra el coronavirus, o bien, un tratamiento efectivo que esté respaldado por la comunidad científica y los organismos oficiales.

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