La Organización Mundial de la Salud se encuentra elaborando directivas, previendo que una vez que esté lista la vacuna contra el coronavirus, los primeros en recibirla sean aquellos que están en primera línea de riesgo.
Se trata de una distribución ética, en donde la prioridad está puesta en aquellos que están en la primera línea de riesgo, es decir médicos y policías. También son prioritarios aquellos que son más vulnerables a esta enfermedad, como los adultos mayores y los diabéticos. También están considerados los habitantes que vivan en zonas de alto peligro de contagio, como en los barrios humildes.
“Hay que comenzar con los más vulnerables y posteriormente vacunar de manera progresiva a más gente”, apuntaba el genetista M.S. Swaminathan.
“Si bien existe la posibilidad de la vacuna se obtenga antes de 2021, el desafío de producción es muy grande ya que cada persona requerirá dos dosis de vacuna.“
En este sentido, Rafael Vilasanjuan, miembro del consejo de dirección de Gavi (la alianza global para la vacunación), señaló que en principio, la capacidad de producción mundial será de 2.000 millones de dosis por año.
“Podremos tener 250 millones de dosis de vacunas por mes si se aumenta la fabricación”.
Una vez asegurada la vacuna, cada país podrá recibir el 20% de la dosis correspondiente a su cantidad de población. El país deberá pagar este 20% por adelantado, promoviendo la producción en función de sus recursos, asegurando su cantidad de dosis.
Un hecho histórico:
En una entrevista para Télam, el científico Alejandro Arenas Pinto, uno de los miembros principales del equipo de investigación de la vacuna que se está desarrollando en la Universidad de Oxford señaló que “lo que nosotros estamos a punto de hacer, es un evento inédito que no hemos hecho nunca en la historia de la humanidad y es embarcarnos en una campaña de vacunación en la que millones de dosis tienen que ser distribuidas y utilizadas en un período relativamente breve de tiempo y en condiciones que no se habían hecho antes”.
Sin embargo, a su vez remarcó que “no existirá la posibilidad de tener vacunas suficientes para todos al mismo tiempo, de manera que la distribución de los recursos que haya, hay que repartirlos de manera equitativa”