Son los animales acuáticos más queridos por todos, pero también a su vez, los más expuestos a los peligros a manos del hombre. Por eso, desde el 23 de julio de 1986, este día nos invita a aprender más de estos fantásticos mamíferos y a luchar en contra de su caza indiscriminada.
Pese a los esfuerzos de organizaciones medioambientales como GreenPeace, aún quedan países que continúan con la práctica de caza de ballenas y delfines, como Japón, Islandia, Noruega y las Islas Feroe, en Dinamarca.
Afortunadamente, existen otros países como Argentina, y más específicamente, la provincia de Chubut, en donde las ballenas son parte de la identidad de la región, por lo que son respetadas y protegidas. Un ejemplo de esto es la Área Natural Protegida de Península Valdés, estipulada como tal por una Ley Provincial, que pone al resguardo su espacio terrestre, aéreo y una franja de tres millas marinas a su alrededor.
Como si esto fuera poco, Península Valdés fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999 por la UNESCO, a la vez que recibe a la mayor población reproductora de ballenas francas australes, catalogadas por el Whale Conservation Institute y el Ocean Alliance. La región contiene seis reservas naturales, y está considerada uno de los principales y más importantes destinos de avistamiento de ballenas en el planeta.
Esto ha impulsado el turismo, no sólo de los chubutenses y argentinos, sino de gente de todas partes del mundo, que año a año se acercan para experimentar el avistaje de las ballenas y delfines en un espacio privilegiado.
Para aprender más de estos queridos animales, te dejamos 5 curiosidades de las ballenas y 5 curiosidades de los delfines:
Ballenas:
1) Creen que pueden imitar la voz humana: Un grupo de investigadores de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos de Estados Unidos afirmó que las ballenas pueden imitar las voces humanas. Al menos, una ballena blanca que se encontraba en las instalaciones de esta organización, era capaz de hacerlo, intentando comunicarse con uno de los cuidadores.
2) Tienen su propio GPS: Las ballenas jorobadas pueden navegar durante semanas en línea recta, sin desorientarse. Los científicos creen que pueden guiarse gracias a los campos magnéticos de la Tierra o la posición del sol, sin embargo, se desconoce si las rutas se transmiten de generación en generación.
3) Algunas ballenas se broncean: En el caso de las ballenas azules, lo hacen para protegerse de los rayos ultravioleta que pueden dañar su piel, incrementando los genes relacionados a la producción de melanina.
4) El ruido en el océano las estresa: Algunos científicos han descubierto que el ruido de las hélices o motores de los barcos, eleva el nivel de estrés de las ballenas, porque dificulta que se comuniquen entre ellas.
5) Pueden tragar 80 metros cúbicos de agua en segundos: Para alimentarse, las ballenas beben todo el agua a su alrededor para atrapar plancton, crustáceos y otros peces, tragando más de su propio peso. Sin embargo, son capaces de filtrar ese agua, separando solamente su comida.
Delfines:
1) No siempre fueron animales acuáticos: Los delfines descienden de los artiodáctilos, de los cuales se separaron hace unos sesenta millones de años, pero que los haría primos lejanos de los hipopótamos.
2) Pueden “ver” el sonido: A través de la ecolocalización pueden calcular la distancia, forma, densidad, movimiento y textura de los objetos. Mientras que un humano con excelente audición sólo puede llegar a escuchar sonidos de 20 Hz a 20 kHz, un delfín puede captar sonidos de hasta 160 kHz.
3) Los delfines no usan sus dientes: Si bien algunas especies pueden llegar a tener hasta 100 dientes, sólo los usan para sostener a sus presas antes de tragarlos. Especies gigantes como la Orca, puede comer 225 kilos de pescado por día.
4) Los delfines se nombran entre ellos: Desarrollan sus propios silbidos individuales para identificarse a ellos mismos y a otros miembros de la manada.Esto es importante para ellos porque son animales muy sociales que conviven en grupo.
5) Pueden desconectar parte de su cerebro mientras duermen: Para los delfines, la respiración es un acto voluntario, y para poder hacerlo, deben subir hasta la superficie, que es también donde duermen. Sin embargo, para evitar morir asfixiados entre descanso y respiración el delfin ‘apaga’ uno de sus hemisferios cerebrales, mientras que la otra mitad del cerebro, que permanece despierta, ejerce el control sobre las funciones vitales.