Afortunadamente, y contra todo pronóstico, el gato pudo reencontrarse con su familia, a más de 1000 kilómetros.
Gandalf es un gato naranja que vivía en Plottier, provincia de Neuquén, junto a sus dueño Adrián. Sin embargo, desapareció de un día al otro, sin dejar rastros.
Su dueño, Adrián, comenzó una intensa búsqueda por redes sociales para dar con el paradero de su mascota.
Pero lo que nadie pensaba, es que Gandalf ni siquiera se encontraba en su provincia, sino que, por alguna razón, el gato apareció en Comodoro Rivadavia, a más de 1.000 km de distancia.
La mujer que lo encontró, contó que el gato tenía su collar e incluso un número telefónico para llamar, pero no tenía el código de área, por lo cual comunicarse con sus dueños fue una difícil tarea. “No podíamos comunicarnos pero pensé, si fuese un animal mío a mí me gustaría que lo cuidaran y me lo devuelvan”, indicó Rosa, la rescatista comodorense que lo encontró en diálogo con ADN Sur.
Finalmente, gracias a una cadena de favores, Adrián pudo recuperar a su gato, que emprendió otro viaje desde la ciudad petrolera hasta Plottier, esta vez con ayuda de un nexo en común.
Podría decirse que Gandalf vivió su propia versión de la película “Chatrán”, y, afortundamente, también tuvo un final feliz.