Al menos 20 horas duró el intenso debate que dejó 131 votos a favor y 117 votos en contra, logrando media sanción del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Tal como ocurrió en 2018, las expectativas ahora están puestas en el debate en el Senado, antes de que finalice el año.
“Resulta afirmativo, se comunicará al honorable Senado”, exclamó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa a las 7:23 de la mañana, mientras el recinto explotaba en aplausos. En las calles, la emoción se hizo notar. Una vez más, el grito de las mujeres que pelean por sus derechos fue más fuerte que los de aquellos que pretenden que las cosas no cambien.
La última diputada en brindar su posición, fue Gabriela Cerruti quien cerró su discurso diciendo: “Yo elijo y nosotras elegimos ser la chispa de la antorcha de una piba que en algún futuro en algún lugar del planeta se plante a luchar por otro derecho”.
Variados fueron los argumentos, tanto a favor como en contra. Mientras los llamados “verdes” se basaban en cuestiones como la salud pública, la urgencia de las juventudes, o los casos puntuales de mujeres y niñas que han muerto en el camino de tener que realizarse un aborto o ser obligadas a parir, los “celestes” recurrieron a argumentos relacionados a la Biblia y la Fe cristiana, al manejo de la pandemia y que este no es el momento de debatir un tema así, y como siempre, argumentando que la vida se origina desde la concepción.
Sorprendentes fueron algunos argumentos que hicieron arquear las cejas, como el de la diputada Vanesa Massetani, que sin ser muy consciente de las respuestas que generarían sus dichos sostuvo que “el Estado no obliga a maternar, el Estado obliga a parir”. O el de Dina Reznivosky, quien dijo “Si tanto les molesta Dios, sáquenlo de la Constitución”.
En más de una ocasión, Massa se vio obligado a intervenir, ya que muchos diputados abusaron del tiempo con el que contaban para exponer, alargando la sesión más y más. “Acá no hay diputados antiderechos ni asesinos. Les pido por favor que, entendiendo la pasión que genera este debate, no perdamos de vista el respeto y la capacidad de escuchar a los otros”.
Finalmente, tras 22 horas de debate, el proyecto tuvo “luz verde”, con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones. Y aunque la alegría, los gritos y los abrazos estallaron con fuerza en las afueras del Congreso, todas las expectativas están puestas en el debate que se realizará en el Senado, con suerte, antes de que finalice el año. Y es que es en esta instancia en donde se define “la verdad de la milanesa”, recordando la sesión que tuvo lugar hace dos años atrás en donde 38 votos fueron en contra y 32 a favor.
Ambos grupos a partir de ahora, sólo pueden cruzar los dedos y seguir luchando, con expectativas por el si o por el no. Pero de lo que no hay dudas, es que esta realidad que atraviesa a cientos de mujeres en todo el país ya nunca más podrá ser negada ni ocultada.