En la mañana de hoy se realizaron dos manifestaciones en la plazoleta de la estatua del Gorosito en la ciudad sanatcruceña, para reclamar por la violencia machista y las alarmantes cifras de femicidios a nivel nacional en contexto de pandemia.
La primera concentración estuvo convocada por la Supervisión Municipal de Mujeres, Género y Diversidad, a cargo de Paola Ramos. La segunda por el Plenario de Trabajadoras del partido Polo Obrero.
Las marchas se realizaron con motivo del Día de la Lucha contra la Violencia hacia las mujeres, fecha en la que se llama reflexionar acerca de la violencia existente hacia las mujeres en todo ámbito, que puede ser verbal, psicológica e incluso física.
El foco también estuvo puesto en los crecientes casos de femicidios llevados a cabo durante la cuarentena estricta a nivel nacional. Según datos del Observatorio Mumalá, al 31 de octubre se contabilizaron 227 femicidios en lo que va del año, produciéndose la mayoría en contexto de aislamiento obligatorio.
Al respecto de estos datos, Ramos, señaló ante la prensa que “esta preocupación radica en el hecho de que muchas mujeres se encontraron y encuentran aisladas con su agresor dentro de su hogar, imposibilitadas en muchos casos para poder denunciar”.
En este sentido, la responsable municipal señaló que se busca profundizar una campaña de concientización, tomando como base a Centros Integradores de la ciudad, para así llegar a los barrios periféricos, con información, números y direcciones para que las mujeres sepan a quién o dónde acudir si se encuentran en situaciones de violencia.
Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres:
Fue declarado así en el año 2000 por la ONU, en memoria de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres hermanas de República Dominicana, activistas por los derechos de la mujer. El 25 de noviembre de 1960, las hermanas, quienes constantemente se enfrentaban con la autoridad por su activismo, fueron secuestradas, torturadas y asesinadas por agentes del Servicio de Inteligencia Militar dominicano.
Tras su muerte, las hermanas se transformaron en un símbolo latinoamericano, por su lucha por la igualdad de los derechos de las mujeres y la erradicación de la violencia machista.