Un día para recordar: Argentina tiene Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Con 38 votos a favor, 29 negativos y una abstención, la aprobación de la Ley de IVE salda así, una deuda histórica de la democracia hacia las mujeres.
A las 4:12 del 30 de diciembre del 2020, la lucha de las mujeres y personas gestantes hizo historia. A esa hora, se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Argentina, marcando un nuevo capítulo en el libro de nuestra vida en democracia. Ahora sí, el Aborto es Legal, Seguro y Gratuito.
Afuera, en las calles, se encontraban las protagonistas de este movimiento: los grupos de mujeres, unidas, hermanadas, expectantes por lo que estaba sucediendo puertas adentro del recinto. Las que no estaban en el Congreso, seguían las transmisiones en vivo minuto a minuto, todas con un mismo pensamiento en la mente: que por fin sea legal.
Y no fue en un año cualquiera. Entre tanto dolor e incertidumbre por el larguísimo 2020 que tuvimos que pasar, Alberto Fernández pudo cumplir con una de las promesas de su campaña, que era sancionar la Ley de IVE. Una buena teníamos que festejar. Y de paso, Argentina nos muestra una vez más dos cosas: La primera, que los cambios históricos siempre pasan en diciembre. Y segundo, que seguimos siendo pioneros en ampliar derechos en América Latina.
En este caso, los votos a favor por parte de la gran mayoría de los senadores no era lo que preocupaba en sí, sino que la mirada estaba puesta en aquellos considerados “indecisos” cuya participación fue la clave de la aprobación. Así Stella Olalla, de Juntos por el Cambio, Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino y Alberto Weretilneck, de Juntos Somos, finalmente inclinaron la balanza a favor de las mujeres y sus derechos.
También fue fundamental el rol de Sergio Leavy, del Frente de Todos y Silvina García Larraburu, del Frente para la Victoria de Río Negro. Es que en el 2018 su voto había sido en contra de la iniciativa, pero este año, volcaron su decisión a favor, cambiando el rumbo de la historia para siempre.
De esta manera, aunque aún debamos continuar llorando a las mujeres que se nos fueron luego de décadas de aborto en clandestinidad y condiciones inhumanas, hoy Argentina es un país un poco más justo. Ya no tendremos que volver a temer por quién muere o quién vive, según su condición económica. Ya no volveremos a la oscuridad nunca más.
Y si algo podemos aprender de esta jornada, es que LUCHAR SIRVE. Aunque se sigan burlando, aunque sigan poniendo trabas en el camino, aunque nos sigan matando, estar unidas, sirve. Luchar por nuestros derechos, sirve. Y así cerramos este año para el olvido. Con la esperanza de un 2021 prometedor para las mujeres y que este sólo sea el principio…