Se cumplen 44 años de “La Noche de los Lápices”, el crimen más perverso contra un grupo de adolescentes que reclamaban por el boleto estudiantil gratutito, en 1976, durante la Última Dictadura Militar. El 16 de septiembre, se montó un operativo para capturar a esos jóvenes, que fueron privados de su libertad y torturados en centros clandestinos. Cuatro de ellos fueron liberados, siendo testigos del horror. Los demás, continúan desaparecidos…
“La Noche de los Lápices” es el nombre popular que recibe el operativo montado por efectivos de la Policía bonaerense y del Ejército, cuando irrumpieron durante la madrugada del 16 de septiembre de 1976, en el Colegio Normal 3 de La Plata.
El operativo estuvo comandado por Ramón Camps y Miguel Etchecolatz, secuestrando a varios alumnos que reclamaban la implementación del boleto estudiantil secundario gratuito. La mayoría de ellos integraba la Unión de Estudiantes Secundarios, de corriente peronista.
En ese primer operativo cayeron Claudio De Acha; María Clara Ciocchini; María Claudia Falcone; Francisco López Muntaner; Daniel Racero y Horacio Ungaro, quienes fueron secuestrados directamente de sus hogares. Al día siguiente, fueron secuestradas Emilce Moler y Patricia Miranda, quienes estudiaban en el Colegio de Bellas Artes de La Plata. También fue secuestrado Pablo Díaz cuatro días después, quien formaba parte de la Juventud Guevarista, vinculado al Partido Revolucionario de los Trabajadores. Nadie superaba los 18 años.
Los chicos, fueron trasladados al centro clandestino de detención conocido como “Arana”, siendo torturados durante semanas. Luego fueron trasladados al Pozo de Banfield, otro centro clandestino.
Los sobrevivientes:
Moler y Díaz recuperaron su libertad tras permanecer cautivos ilegalmente durante varias semanas. Miranda también sobrevivió a “Arana”, pero quedó alojada en la cárcel de Villa Devoto, a disposición del Poder Ejecutivo de facto hasta 1978.
Gustavo Calotti, otro joven secuestrado el 8 de septiembre, apenas un año después de haber terminado el secundario, también sobrevivió a la detención ilegal y la tortura junto a los otros chicos durante aquel oscuro episodio.
Los demás estudiantes, continúan desaparecidos, y forman parte de la nómina de 232 adolescentes secuestrados y desaparecidos en la última dictadura militar.
“La Noche de los Lápices” en la cultura:
En 1985, Díaz testificó durante el Juicio a las Juntas, donde brindó un relato acerca de todo lo que sufrió durante su detención. Su historia, quedó reflejada en el libro “La Noche de los Lápices”, de los periodistas María Seone y Héctor Ruiz Nuñez.
De este libro, se desprendió una película en 1987, “La Nohe de los Lápices”, dirigida por Héctor Olivera, contando en imágenes cómo se dieron los hechos, de una manera cruda. La película, fue un éxito de taquilla, justo en el mismo año en el que el Congreso sancionaba la Ley de Obediencia Debida, consecuencia de la rebelión carapintada que lideró el teniente coronel Aldo Rico, presionando al gobierno de Raúl Alfonsín.
Es lamentablemente con esta ley, que se impidió que el comisario Miguel Etchecolatz, autor material de los secuestros, enfrentara a la Justicia.
En 2003, esta ley se deroga, junto a los indultos dictados por el ex-presidente Carlos Saúl Menem. Así, finalmente se inician los juicios de lesa humanidad contra Etchecolatz, quien recibió sentencias por múltiples crímenes. Junto a otros 15 represores, se lo halló culpable por los delitos cometidos en el Circuito Camps, en donde se investigó no sólo el crímen por “La Noche de los Lápices”, sino también por otros crímenes cometidos en otros centros clandestinos en la ciudad de La Plata.
44 años han pasado, y los trabajos del Equipo Argentino de Antropología Forense, aún no han dado resultados acerca de la identificación de los cuerpos de las víctimas.
44 años han pasado y continúan habiendo jóvenes cuyos sueños murieron para siempre aquella noche del 16 de septiembre de 1976. Familias que ya nunca serían las mismas.
44 años han pasado, y los lápices siguen escribiendo.