Se trata del campo de refugiados de Moria, en Grecia. El fuego se habría desatado luego de que 35 personas que dieron positivo por coronavirus se negaran a ser trasladadas a un centro de aislamiento.
Se calcula que unas 13 mil personas quedaron sin techo como consecuencia de los incendios. Según el alcalde de Moria, Yiannis Mastroyiannis, el fuego se generó luego de que se confirmaran 35 casos de coronavirus entre los habitantes. Esto generó enfrentamientos entre los refugiados, y algunos de ellos comenzaron a provocar incendios. Aunque no se lamentaron víctimas fatales, los bomberos afirman que las pérdidas de carpas y viviendas precarias fueron prácticamente totales.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, había ordenado que ningún refugiado debía abandonar la isla de Lesbos para evitar la propagación del virus. Sin embargo, organizaciones humanitarias vienen hace varios años denunciando las pésimas condiciones sanitarias a las que son sometidos los refugiados, ya que conviven unas 12.500 personas en un predio habilitado para 2.750.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, señaló que la Unión Europea estará a disposición para ayudar. Por su parte, el gobierno griego habilitará un ferry y dos transbordadores de la Armada para transportar a los miles de refugiados que quedaron sin techo.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados enviará personal adicional a Lesbos. La comisaria europea de Interior, Yiva Johansson anunció que la Comsión Europea financiará el traslado y alojamiento a la Grecia continental de 400 chicos que están sin sus padres.
Por su parte, la vocera de Human Rights Watch en Grecia, Eva Cossé expresó que el incendio “no es una sorpresa cuando se tiene a 12 mil personas encerradas en un lugar diseñado para 3 mil, bajo estricto bloqueo”. También calificó a la Unión Europea y al gobierno griego de negligentes en un artículo para el New York Times.