Julian Assange, fundador de WikiLeaks y símbolo de resistencia contra el gobierno estadounidense, está cada vez más cerca de ser extraditado a ese país y cumplir su condena por espionaje. En 2010, publicó 700 mil documentos clasificados, documentando los crímenes del ejército norteamericano durante las guerras de Irak y Afganistán. Desde abril de 2019 el periodista se encuentra detenido en una cárcel de máxima seguridad de Inglaterra.
Según la jueza británica a cargo del caso, la decisión sobre la extradición de Assange por cargos de espionaje, se conocerá probablemente después de las elecciones en los Estados Unidos.
El periodista se enfrenta a 18 cargos en Estados Unidos relacionados con la publicación por WikiLeaks, a partir de 2010, de cientos de miles de documentos secretos que dejaron al descubierto, entre otras cosas, sus acciones militares -incluidas muertes de civiles, torturas y otros abusos- en Afganistán e Irak.
Sin embargo, la justicia británica aún se debate si debe o no acceder a la petición de extradición del australiano de 49 años. Assange se encuentra en una cárcel de máxima seguridad londinense luego de ser arrestado en la embajada de Ecuador.
La presentación de pruebas en este juicio, iniciado el 7 de septiembre, finalizan la próxima semana, pero la jueza Vanessa Baraitser accedió el viernes a dar más tiempo al abogado de Assange para preparar sus alegatos finales.
“Probablemente mi decisión llegue después de las elecciones en Estados Unidos”, reconoció la magistrada, al otorgar cuatro semanas a la defensa para preparar sus alegatos y dos más a los representantes legales del gobierno estadounidense.
“Parece poco probable que podamos obtener un veredicto antes del 4 de noviembre”, fecha de las presidenciales, subrayó el abogado de Assange, Edward Fitzgerald, citado por la agencia de noticias AFP.
Los defensores del periodista afirman que la intención de extraditar y juzgar a su cliente en Estados Unidos responde a motivaciones políticas y es impulsado por Donald Trump. Washington recrimina que Assange colaboró con la analista Chelsea Manning para robar los documentos confidenciales y exponer la identidad de cientos de informantes ante los ojos de todo el mundo, poniéndolos en peligro.
Assange, podría enfrentar 175 años de prisión.
En un artículo para The Independent, escrito por Noam Chomsky y Alice Walker, copresidentes de “Assangedefense.org”, señalaron:
“Assange publicó pruebas contundentes de “las formas en que el primer mundo explota al tercero”, según la denunciante Chelsea Manning, la fuente de esa evidencia. Assange está siendo juzgado por su periodismo, por sus principios, no por su personalidad.”
“Cuando se sienta un precedente gravemente peligroso, los gobiernos no suelen perseguir a las personas más queridas del mundo. Se dirigen a aquellos que pueden ser retratados como subversivos, antipatrióticos o simplemente raros. Luego, distorsionan activamente el debate público al enfatizar esos rasgos.”, detallaron.
Además, calificaron el juicio como “el ataque más peligroso contra la libertad de prensa en al menos una generación“, impulsado por la administración Trump.