El cantante está teniendo algunas actitudes erráticas que hacen temer por su salud mental.
Machine Gun Kelly es sin dudas el artista del momento. Este año pisó por primera vez nuestro país en el Lollapalooza, lanzó su nuevo disco “Mainstream Sellout” y continúa encabezando las listas y embanderando el regreso del pop punk.
Sin embargo, sus últimas actitudes hacen preocupar a los fans por el estado de su salud mental. Por un lado, hace muy poco confesó tener un intento de suicidio mientras hablaba con su novia Megan Fox por teléfono.
Ahora, tras el after party de su show en el Madison Square Garden en Nueva York, el cantante de 32 años literalmente se partió una copa de champagne en la cara a propósito. Pese a estar sangrando, el músico parecía fuera de sí y gritó: “Me importa una puta mierda hermano. No me importa una puta mierda” y siguió cantando como si nada.
En el video, se puede ver cómo los fans gritaron y cómo su equipo intentaba pasarle paños para que se limpie, algo que él rechazó.
Es por esto que sus seguidores comienzan a preocuparse de la estabilidad mental del cantante, quien ya ha confesado tener problemas en el pasado con la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias.