Desde el 2014, la intensidad de los ataques entre ambos pueblos había disminuído drásticamente. Sin embargo, desde el 10 de mayo, el intercambio de ataques ha recrudecido nuevamente. Las razones, en esta nota.
No es que el conflicto israelí-palestino estuviese cerca de acabar. Pero este mes estamos observando un recrudecimiento de los ataques entre las fuerzas irsaelíes y las milicias palestinas, liderados por por el grupo armado Hamás.
El nuevo estallido, tiene que ver no sólo con las diferencias históricas entre ambas comunidades, sino además, con particularidades propias de este contexto, como nuevas restricciones por parte de las autoridades israelíes en pleno Ramadán. Por este motivo, los palestinos han salido a manifestarse. Como si fuera poco, hay amenazas de desalojo a familias palestinas en el este ocupado de la Ciudad Santa.
Fuerzas de seguridad israelíes colocaron barricadas en las escalinatas de Puerta De Damasco en Ciudad Vieja, evitando que los fieles se alglomeraran para celebrar tradicionalmente luego del mes de ayuno. Recordemos que el Ramadán es una jornada sagrada para los musulmanes.
Tras una noche de protestas y enfrentamientos con la policía, finalmente las fuerzas israelíes revieron su decisión y habilitaron la apertura del espacio.
Sin embargo, el conflicto no finalizó allí, ya que las manfiestaciones se ampliaron en apoyo a las familias palestinas que podrían ser desalojadas de sus hogares en el barrio Seij Yarrah, en el este ocupado de Jerusalén.
Este accionar por parte de Israel es visto por los palestinos como una campaña de las autoridades israelíes para eliminar la presencia árabe en Jerusalén. Para la organización Human Rights Watch, el accionar de Israel contra el pueblo palestino es considerado “crímenes de apartheid”.
El lunes, la policía de Israel intentó desalojar a los manifestantes palestinos de manera violenta, con balas de goma, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos. Al menos 612 palestinos resultaron heridos producto de este accionar, incluídos niños.
Los ataques por parte de Hamás y la Yihad Islámica, provocó que las alarmas antiaéreas sonaran en Jerusalén por primera vez desde 2014. Los grupos lanzaron más de 200 cohetes desde Gaza, siete de los cuales fueron dirigidos a Jerusalén. El 90% de los misiles fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, sistema de defensa antiaéreo israelí. Mientras que el Ejército israelí atacó 130 objetivos en Gaza.
26 palestinos, incluídos niños han muerto como producto de estos ataques. En tanto en Israel confirmaron a sus dos primeras víctimas mortales.
Mientras tanto, líderes del mundo e instituciones como la ONU y la Unión Europea exigen el cese de la violencia entre Israel y Palestina. Pero parece que la reavivación del conflicto apenas está comenzando.