Acrobacias, un cañon de Megaman, y un baile de disparos.
La película The Matrix en alguna que otra parte trata sobre temáticas sociales y filosóficas sobre el individuo, el destino, y la realidad. La cinta, basada en la alegoría de la cueva de Platón, es una de las más reconocibles obras de ciencia ficción y un emblema del cine justo antes del paso al 2000.
Pero su mayor legado es la legendaria escena del hall, donde Neo y Trinity se deshacen de todo un personal de seguridad en un cocktel de malabares, disparos y cámara lenta.
Dicha cámara lenta sería el mayor legado de la película, sacándola del nicho de John Woo a un público mainstream. No tardó en influenciar otras películas de acción, cómics y videojuegos, con Max Payne liderando el salto inicial de estandarizar la mecánica.
Severed Steel es uno más en el lineaje de juegos que se inspiran del linaje, con algunos añadidos salido de otras fuentes y diseños de juego. Lo más notable sin embargo es que es lo más cercano a las acrobacias de Neo que se ha logrado en dos décadas.
Se controla a Steel, una mujer que busca destruir unas enormes instalaciones por la razón que sea. Esto se resume en una serie de niveles donde los objetivos pasan de explotar cosas, escapar de guardias, matar a todos los guardias o solo llegar al final del nivel. Y haciéndolo de la forma más radicalmente cool posible.
Cada nivel es un escenario diseñado específicamente para promover velocidad, múltiples rutas, y tantas acrobacias como sea posible.
El truco para mantener al máximo la velocidad es la vulnerabilidad de tanto los guardias como la protagonista, y el diseño de sus mecánicas para alentar nunca frenar.
Siempre se comienza con una pistola normal, pero careciendo de recarga, requiere siempre adquirir otra de los caídos. Una rápida patada incapacita casi todos los enemigos normales, y con un gesto rápido se le roba su arma, que van de otras pistolas a escopetas, rifles o fusiles de asalto.
Cada una de estas tiene una funcionalidad diferente, ya sea velocidad, munición y precisión, por lo que fuerza a medir distancia para ser efectivo.
El último toque es el arma en el brazo izquierdo, un cañon que recuerda a Megaman que lanza hasta tres bolas de energía. Estas no solo destruyen el escenario, abren nuevas rutas improvisadas o sirven como un gigante ataque grupal.
De toda esta combinación se crea un loop adictivo, donde cada segundo es un despliegue visual de neón, explosiones y adrenalina sin cesar. Ayuda a que la música nunca deja de situar la escena.
Con una campaña relativamente larga, un editor de niveles, y soporte para contenido propio, Severed Steel es una delicia que pocas veces se ve.
