Es una minoría si, pero fueron varias las mujeres que participaron en el conflicto armado de Malvinas. Y si bien algunas fueron reconocidas como veteranas, muchas esperan aún el merecido reconocimiento en 2020.
La mayor parte de las mujeres que fueron a la guerra de Malvinas, lo hicieron como enfermeras, instrumentistas quirúrgicas y desde otras profesiones. Muchas de ellas participaron como civiles. Sin embargo, durante muchos años el relato sobre la guerra se olvidó de estas mujeres. Y el Estado también.
Recién el 14 de marzo de 2013, 16 de ellas fueron reconocidas como veteranas de guerra. El Ministerio de Defensa les entregó medallas de valor en calidad de veteranas femeninas de guerra. Fueron las únicas en recibirlo del siglo XX y las primeras después de Juana Azurduy.
El grupo más activo actualmente es el grupo de Instrumentistas Quirúrgicas del Hospital Militar Central, quienes fueron enviadas a trabajar con los médicos de Puerto Argentino, pero terminaron atendiendo y curando heridos en el Buque Irízar. Actualmente forman un grupo de mujeres que cuentan su experiencia y participan en distintos encuentros para visibilizar el rol de las mujeres en la guerra de Malvinas.
Este particular grupo de seis mujeres, relata en un artículo de María Pozzo (link), fueron alojadas en Comodoro Rivadavia una vez concluido el enfrentamiento armado. Cuentas que la conexión con los heridos del Irízar que lograron forjar era tan fuerte, que se escapaban del hotel en Comodoro para ir a verlos al hospital.
Hoy, nuestro reconocimiento es también a ellas, quienes sabemos que tuvieron un rol fundamental durante la guerra. Mujeres que pusieron el cuerpo y el alma en esos días. Son nuestras veteranas.