Y terminó Bake Off…

Seguramente, este sea uno de los temas del día. Finalmente, se disputó la final del reality de tortas entre Damián Pier Basile y Samanta Casais. Y aunque, en un primer momento, Samanta se coronó como la ganadora, las cosas cambiaron rápidamente…

Como bien ya sabemos, el reality de pastelería “Bake Off” fue una de las grandes apuestas de Telefé, con picos de raiting cada domingo, superando a otros programas de la televisión.

Ayer, luego de toda la polémica que se generó en las últimas semanas alrededor de Samanta Casais, una de las finalistas del reality (se comprobó que ella ya había tenido participación profesional en un famoso restaurante y una aparición en TV), había una gran expectativa por parte de los seguidores en develar quién ganaría el título de “mejor pastelero amateur”.

Desde la producción de Bake Off, ya habían adelantado hace unos días, la decisión de descalificar a Casais por los motivos antes descritos, sin embargo, faltaba la resolución definitiva.

Entonces, luego del acalorado desafío final, llevan a los participantes a develar quién se llevaría el ansiado premio. Como era de suponer, Samanta gana en esta oportunidad, ante la alegría de sus familiares presentes y los ex participantes. Abrazos grupales, saltos, llanto, todo un escenario muy pre-coronavirus y pre-descubrimiento de fraude (la temporada fue grabada en 2019).

Pero luego, un sorpresivo corte nos lleva a Julio de este año, en donde, en un escenario más distante y frío, los jurados del programa (a cargo de Pamela Villar, Damián Betular y Christophe Kryowins), le comunican a Samanta Casais que era descalificada del concurso, y que por ende, no se haría con el premio en efectivo ni con el título de “Mejor Pastelera Amateur”. Es que en su formulario de inscripción, la participante reconoció haber ocultado información sobre su experiencia profesional previa, aunque ella misma haya comentado que no tiene un título oficial que la califique como”profesional”.

También, Samanta tuvo su oportunidad de descargarse frente a las cámaras, al manifestar que la gente fue muy cruel con ella en redes sociales, invitándonos a pensar sobre el cyber-bullying y el hostigamiento, que, obviamente, no se justifican para nada.

Sin embargo, la información revelada fue determinante para la productora del programa y para los jurados, que finalmente, decidieron darle el premio al segundo finalista: Damián Pier Basile. Ahora sí, sin mayores rencores de por medio, el reality lo ganó un verdadero pastelero amateur.

Los sentimientos divididos del público se hicieron notar en redes sociales: Algunos, reconocieron que fue humillante para Samanta, exponerla así ante la televisión, teniendo que renunciar al premio, marcada como mentirosa, sin que la producción o Telefé se hagan cargo de algún tipo de error que ellos hayan cometido. Por otro lado, hay quienes festejaron que se hizo “justicia” y una vez más, nos demuestran el poder que tienen las redes sociales para cambiar, en este caso, el final de un reality.

Sea como sea, el show que dio de qué hablar esta cuarentena, cierra el telón, y nos deja un nuevo momento que será recordado entre los momentos más locos o icónicos de la televisión argentina.

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