El domingo pasado, se anunció con bombos y platillos la creación de la Superliga Europea, una asociación conformada por los 12 equipos más importantes del fútbol del viejo continente. Sin embargo, las fuertes críticas por parte de la FIFA, la UEFA y hasta presidentes europeos truncaron definitivamente la conformación de dicha liga. Toda la info, en esta nota.
El anuncio de la creación de una “Superliga Europea” el pasado domingo, causó todo un estallido en el universo futbolístico. A dos días de la noticia, ya casi ninguno de los grandes equipos queda en pie para continuar con el proyecto.
Milán, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, FC. Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur iban a ser los prestigiosos equipos que conformarían la unión. El objetivo era crear un torneo que esté por fuera de las competiciones oficiales, que son manejadas por los entes reguladores del fútbol profesional como la UEFA y la FIFA.
Las críticas por parte de estos entes, de referentes del deporte y de líderes políticos no tardaron en llegar. Gary Neville, jugador emblemático del Manchester City, que definió la creación de la Superliga como “pura codicia”.
Autoridades de la UEFA y la FIFA definieron el torneo como “separatista” y no descartan aplicar sanciones contra estos equipos.
“Nuestra competición [Liga de Campeones] es abierta. La Superliga es una competición cerrada (…) es una propuesta vergonzosa y egoísta. Es un escupitajo en la cara de todos los amantes del fútbol”, expresó Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.
Incluso jefes de Estado como el presidente francés, Emmanuel Macron y el Primer Ministro británico Boris Johnson coincidieron en que la Superliga es una “amenaza al principio de solidaridad y mérito deportivo”.
Los fundadores de la iniciativa, argumentaron que la necesidad de crear esta liga, fue que la pandemia del coronavirus generó “inestabilidad económica” en los equipos. Sin embargo, las portadas lapidarias de los medios de comunicación, las críticas de las organizaciones futbolísticas profesionales, líderes de Estado, figuras del deporte y el rechazo general de los fanáticos, desembocaron en que dos días después, uno a uno los equipos comenzaran a bajarse.
“El fútbol pertenece a la gente. Hoy más que nunca”, lapidó Gerard Piqué, figura del Barcelona, a través de Twitter.
Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham fueron los primeros en bajarse. Los siguieron el Atlético de Madrid, el Barcelona y los equipos de Milán.
Finalmente, a través de un comunicado oficial, los organizadores de la Superliga coincidieron en que lo más apropiado será “reformar el proyecto”. Aseguraron además, que su objetivo principal es ofrecerle a los fanáticos “la mejor experiencia futbolística posible”.