Maradona cumple 60

Santificado por algunos, repudiado por otros, no hay grises cuando se trata de hablar de Diego Armando Maradona. El ídolo del fútbol nacional por excelencia cumple 60 años y en MÁS hacemos un repaso de su tremenda carrera futbolística, y cómo se encuentra viviendo esta nueva década.

Llegaba a este mundo un 30 de octubre de 1960, en Villa Fiorito. Hijo de Doña Tota y Don Diego, su infancia fue terriblemente humilde, sin embargo, amor familiar nunca le faltó. Es en esta misma etapa en la que Maradona comienza a transformarse en leyenda, empezando como un juego de chicos.

Un partido de fútbol con los chicos del barrio por acá, otro por allá y cada juego iba desarrollando un talento nato. De Cebollitas a Argentina Juniors: todos lo ficharon enseguida. De ahí, se dio el gustito de jugar en su club predilecto, Boca, con el que fue campeón del Metropolitano 1981.

En España ’82, sería la primera cita mundialista que el astro protagonizaría (en 1978 quedó afuera de la citación y en 1979 sería campeón con la sub-20 en Japón, ambos dirigidas por Menotti). Argentina quedaría eliminada en segunda ronda vs Brasil, donde Maradona fue expulsado luego de haber recibido infracciones durante todo el partido.

Ya con 22 años, llegó al Barcelona (uno de los pocos puntos en común con Messi). Sin embargo, a diferencia de la Pulga, no se llevó la mejor experiencia en el club. Lesiones, suspensiones, conflictos y sus primeros contactos con las drogas, tiñeron su etapa en el Barcelona de polémica, pese a los títulos logrados (Copa del Rey, Copa de la Liga y Supercopa de España en 1983). Su pase al Napoli en Italia, cambiaría su destino.

Maradona llegó para llevar al Napoli, a lo más alto que podrían haber llegado en este entonces: dos títulos de la liga italiana, una Copa Italia, una Supercopa italiana y la Copa de la UEFA son triunfos que hasta el día de hoy celebra cada napolitano. Durante el período de Diego en el pequeño club de Sur, Nápoli logró sus mayores logros incluso hasta hoy, donde se codeó con los poderosos Juventus y Milan, del Norte, una rivalidad de clases transmitida al deporte rey. La ciudad de Nápoles hoy sigue llena de pintadas del rostro y figuras del “10”, toda una sede de la Iglesia Maradoniana.

Pero su corazón argentino, pudo más, y en 1986 cumplió su sueño de chico de ser Campeón de un Mundial con la celeste y blanca, donde además nos regaló el gol más espectacular de la historia de nuestro fútbol, reivindicándose y ascendiendo a la categoría de semi-dios, un título que de alguna forma, lo acompaña hasta la actualidad. “El Gol del Siglo” ante Inglaterra, con la guerra de Malvinas fresca en la memoria de los argentinos y el inquietante relato de Víctor Hugo Morales, fueron los condimentos ideales para la hazaña que Maradona nos regaló, en una jugada que tal vez nunca en la historia se vuelva a repetir.

Sin embargo, la llegada de los 90s le daría una patada de realidad. Un nuevo mundial en Italia ´90 donde fue recibido como local cuando la selección jugó en San Paolo (estadio del Nápoli), o destrato total en la final en el Olímpico de Roma. En dicha final, quedaron grabadas las imágenes de Diego insultando a los espectadores que silbaron mientras sonaba el himno nacional; y sus lágrimas por el dolor de perder el título con una injusta pena máxima señalada a favor de la entonces Alemania Federal.
Además, su salida del Nápoles, decepcionó a más de uno y lo que se pretendía ocultar bajo la alfombra, salió a la luz con toda la vergüenza. Maradona fue descalificado por su primer doping positivo con 15 meses de suspensión.

En abril de 1991, ratificada su supensión, es entonces cuando Maradona decide regresar a la Argentina. Ese mismo mes, es detenido por un operativo policial en su departamento en el barrio porteño de Caballito donde se hallaron drogas en su poder. En 1992, ya vencida la suspensión, Nápoli quería reincorporarlo al plantel, pero Diego quería alejarse de Italia y “mudarse” a un equipo de menores presiones deportivas, como fue el Sevilla, que en ese entonces dirigía Carlos Bilardo, DT de la selección argentina de 1983-1990.

Sin muchas luces en el equipo sevillano, en 1993 regresa al fútbol argentino. Newell’s Old Boys de Rosario sería el destino, donde las lesiones no le permitieron jugar más que 5 partidos oficiales y 2 amistosos. En el mismo año fue convocado por Basile para jugar el repechaje vs Australia y poder clasificar a otra cita mundialista. Jugaría su último mundial en Estados Unidos 1994, con una puesta a punto pensada especialmente para la ocasión. Sin embargo, nuevamente las sombras de las drogas y sus conflictos con dirigentes del fútbol lo apartan del mundial al finalizar la segunda fecha de la zona de grupos.

En 1996, Maradona regresa a su primer amor. Jugó por dos años más junto a Boca Juniors, para finalmente despedirse de las canchas, al menos, como jugador estrella. Su vida personal no era color de rosas precisamente, con un espiral de tres años de conflictos amorosos, que lo pusieron más en la sección de chimentos y la prensa amarillista que de los portales deportivos. Denuncias y nuevos y más fuertes excesos con las drogas lo llevaron a tocar fondo. Finalmente, decide internarse por su propio bien (y el de sus hijas, Dalma y Yanina, a quien ama con locura y eso es de público conocimiento) en una clínica de Cuba. Con mucha determinación, lo que quedaba de ese ídolo popular renació de las cenizas, y pudo empezar un nuevo camino.

La segunda década del 2000 lo encontró en otro rol, como Director Técnico de la Selección Argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010. Todos se volvían locos de ver a Messi y a Maradona compartiendo cancha, pero lamentablemente, el paso de la Selección por ese Mundial fue sin penas ni glorias.

Su nuevo destino estaba en el Medio Oriente, como DT del Al Wasl y el Fujairah, llegando hasta Dorados de Sinaloa. Todos creyeron que esa sería la vida de Maradona de acá en más, viviendo casi como un rey en Dubai, la nueva capital cosmopolita del mundo. Pero con el Diez, las cosas nunca son definitivas. Gimnasia de La Plata le abrió las puertas a su club, a que regrese a su país y a disfrutar del deporte nacional por excelencia.

El 2020 encuentra a Diego Maradona cumpliendo 60 años en una nueva etapa de su vida, más alejado de la farándula y de la prensa, sin generar mucho escándalo o nuevas noticias que lo tengan en la primera plana de todos los portales de chimentos (aunque ya es inevitable no sorprenderse con el anuncio de que apareció alguien más que dice ser hijo de Maradona y ni hablar de los memes en redes sociales).

Aislado por ser contacto estrecho de un caso positivo de coronavirus, el Diego no tendrá el cumpleaños que deseaba, rodeado de su familia, y como si fuera poco, estamos a horas del debut de su nuevo club en la Copa de la Liga Profesional.

Sin embargo, los homenajes el día de hoy serán numerosos, porque más allá de todo, Maradona sigue siendo el ídolo del futbol nacional y probablemente, ese sea un título del que nunca se podrá despegar…

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