Hordas en las calles de Tokyo en un baile de espadas, en una pelea hasta el ultimo aliento
Una de las más recordadas escenas de la duología KILL BILL tiene a Uma Thurman enfrentándose a decenas de matones con solo su katana. Un espectáculo inigualable que solo alguien como Tarantino puede poner en blanco y negro de la nada.
La escena, que ya pagaba tributo al eterno Bruce Lee, es hoy inspiración a miles de creadores, entre ellos, Akane, que toma tanto de ahí como de anime a Blade Runner.
Se arma una simple escena- una samurai en las calles de neón, una infinidad de yakuza armados, en un escenario cada vez más difícil en un duelo hasta la muerte. Proclama que es su ultima pelea, y comienzan a ir por ella.
Con ese contexto, lo único que queda es empezar a dar los espadazos. Con una perspectiva cenital, uno podría pensar que es fácil ver a los enemigos venir, pero la suma velocidad de todo, el único golpe necesario para morir es mas fácil de lo que parece.
La jugabilidad se enfoca en mantener combos, esquivar o bloquear ataques constantes a medida que los grupos crecen. Enemigos con armas de fuego o otros samurais obligan a enfocar atención en ellos debido a sus ataques hitscan.
Completando objetivos y desafíos (como un combo de 100) se pueden desbloquear nuevas espadas, botas o pistolas para usar, con diferentes propiedades y efectos. Con lo rápido que se inicia y termina una partida, volver a comenzar es prácticamente el ritmo para probar los nuevos desbloqueables.
Este elemento que un poco emula títulos como Hotline Miami permite que Akane mantenga un ritmo acelerado y se pueda usar como una rápida distracción casual. Y gracias a la banda sonora de Cybass, es un deleite.
Lo que es probablemente un punto negativo es que no es más que eso. Es increiblemente simple, directo y honesto. Nada mas que un rápido juego espectacular donde el único idioma es la espada y la pared.
Con un precio tan modesto, no es la peor inversión de dos a tres horas que se puede hacer, pero la música sola ya vale la mirada.
