Un homenaje de la polaca Techland a las leyendas del lejano oeste, sin vergüenza ni escrúpulos.
Casi salido de un chiste. El vagabundo entra al saloon, y con tal de ganarse bebidas narra a los locales sus leyendas. ¿Nombre? Silas Greaves. ¿Trabajo? Cazar-recompensas. Bueno, estoy asumiendo que te comes el verso : obviamente que nadie le cree una palabra, pero es entretenido, y ademas es alcohol viejo que vale dos dolares.
La historia se desarrolla en retrospectiva, con Sillas narrando sus aventuras en busca de los mercenarios que mataron su banda.
En primer lugar, Gunslinger es presentado como un shooter arcade, uno pasa por escenarios variados del western quitando todo matón del paso a medida que nuestro muchacho narra su vida. O intenta.
Puede que vas progresando por los primeros capítulos de la trama, y Sillas se queda semi-dormido, improvisa o cambia en el momento su historia. Va al baño, se pone a cantar. Incluso otro personaje le corrija la historia o le llame mentiroso, con Sillas inventando excusas. El humor “ida y vuelta” es uno de los mejores aspectos de la trama y no para de sacarte de zona.
Sillas se controla y maneja excelente. Un sistema de multiplicación alienta mejorar puntería y acabar tiroteos en pocos segundos, poniendo al máximo la puntería contra los forajidos. Debido a que es un forajido contra decenas de bastardos, contamos con multitud de habilidades así como un modo “reflejos” para apuntar en cámara lenta. El armamento consta de dos revólveres, escopetas y repetidoras de época (aparte de muchísima dinamita).
Cada final de un capítulo culmina introduciendo un jefe, usualmente una cabeza de banda enemiga, o alguien que a Sillas simplemente le cae mal. Pasan de Don Nadie a auténticas personas que existieron en la frontera americana. Incluso hay pequeños huevos de pascua con biografías e trivias reales. Inspirados en la figura real, se comportan de forma única, haciendo de los duelos un minijuego basado en concentrarse y reaccionar, incluso se toma en cuenta si disparas sucio o combatís con honor al adversario.
Al terminar la campaña, se puede repetir con todas las habilidades desbloqueadas, o aventurarse en modos opcionales puramente basados en puntaje y mejores combos.
Algo que se puede notar de entrada (y posible moleste) es el estilo visual. El cell-shading y modelo de historieta da espacio a viñeteado agresivo que puede ser notorio, y los efectos llegan a molestar durante el caos de un tiroteo. Ninguno de estos se pueden desactivar, lamentablemente.
Diferenciando de Sillas, Gunslinger no abusa su bienvenida y se va con un gustazo. De primer a ultimo minuto el juego es un disfrutable homenaje y parodia a un amado genero que aun produce geniales joyas.
Aprovecho a hacer la obvia recomendación de verse El Bueno, El Malo y El Feo, que es peliculón hasta el día de hoy. Los Imperdonables también merece reconocimiento.