Boss Rush excepcional con un estilo visual nostálgico e música inolvidable.
Tras un anuncio corto en E3, Cuphead recién volvió a la luz para su lanzamiento, tras dejar a toda una audiencia rogando más. En un evento donde era todo gráficos bonitos, violencia y realismo, un plataformas con estilo de animación a la antigua volaba la cabeza a todos los espectadores.
Después de lo que se sintió una eternidad, el juego finalmente llegó a consolas y PC, dando un poco de color al año.
Presentado como una fábula, los hermanos Cuphead y Mugman cometen el error de vender sus almas al diablo, perdiendolas en juegos de dados. En una última oportunidad para no ir al infierno, el diablo les ofrece recuperar las almas en deuda a cambio de las suyas, dando inicio a la aventura.
Un tono un tanto siniestro, pero es parte del homenaje mayor- Cuphead es una carta de amor a no solo los juegos brutales de la Super Nintendo, es un saludo al arte de la animación. Con cada elemento de la biblia “Ilusión de la Vida” en pantalla, la presentación del juego es cautivadora y de por si ya merece la pena jugarse.
Cuphead es un boss rush con elementos de plataformas y algunos niveles de corrido sidescroller. Usando el mapa se acceden a los niveles y se avanzan por las islas que contienen a todos los personajes a combatir. La gran mayoría de los niveles son los “jefes”, con algunos niveles tradicionales para conseguir monedas que compran nuevas habilidades o mejoras.
Todos los jefes están claramente inspirados en toda clase de personajes de dibujos animados clásicos, desde diseños de Walt Disney a Hannah Barbera. Esto hace que gran parte de la diversión es reconocer estos homenajes y celebración de la nostalgia.
Pero no dejes que la estética te confunda, Cuphead no es glamour. Bien al estilo de los juegos de SNES que inspiran la jugabilidad, derrotar a los jefes es un auténtico desafío.
Usando el poco espacio disponible hay que marcar distancia para atacar y esquivar decenas de proyectiles que cargan contra los hermanos.
Cada jefe tiene diferentes fases las cuales hay que aprender y dominar, incluso sin tener una idea de que tan cerca está uno de la victoria. Aparte de dispararles, todos los proyectiles rosas pueden ser bloqueados con un salto para aumentar el mazo de cartas, dando ataques mas fuertes.
Mezclando la energética y acelerada banda sonora de jazz, lo que resulta es un juego basado en la pura adrenalina.
Tanto de a uno o de a dos jugadores, Cuphead se transforma en una aventura ridícula, plagada de amor al pasado y con un alma palpita en cada rincón.
Gracias a un modo fácil, cualquiera puede aprender y practicar para superar el desafío, haciéndolo una recomendación fácil.
Es lo mas cerca que se estuvo de un dibujo animado jugable, y es maravilloso de principio a fin, casi perfecto y inolvidable.
