Una combinación sublime entre Souls-like, Metroidvania y insectos.
Si ves un hormiguero por dentro, hay hileras y túneles sin fin que conforman la estructura desde el tope al subterráneo. Y por supuesto, hormigas sedientas de sangre. Pocas cosas explican la sensación de tanto peligro como asombro de Hollow Knight, un titulo independiente de la australiana Team Cherry.
Situándonos como un pequeño bicho armado con un clavo, uno se aventura hacia abajo en una civilización antigua, llena de comunidades enteras a encontrarse. Algunas amables, otras saltan a la ofensiva desde el minuto cero.
El termino “Souls-Like” ya era relativamente establecido en 2017. Tomado de Dark Souls, conceptúa la sensación de descubrir lugares nuevos, sumada a una apretada dificultad con poco margen para meter la pata. “Metroidvania” es el termino acuñado a ir a cada rincón de un mapa y re-descubriendo las zonas, sacado de los importantes Castlevania y Super Metroid . “Bueno todo bien, ¿y si los combinamos?” fue la pregunta donde nacio este juego.

Nuestro pequeño protagonista solo tiene a mano un clavo para defenderse. Conforme se avanza, el agradable bicho recibe nuevas habilidades, algunas para adaptarse a la situación, y otras generales como un rápido salto para evitar daño.
La curva de dificultad esta perfectamente balanceada, con cada zona teniendo nuevos peligros o seres hostiles que aprietan el paso. Inclusive si todo termina sonando como un camión de estrés, no es realmente así. Hollow Knight siempre se mantiene desafiante, pero nunca llega a frustrar. Preserva y triunfaras que hay siempre un truco para ello.
En caso de ser derrotado, el protagonista puede recuperarse volviendo a donde murió, pero si falla de nuevo perderá la billetera actual por completo. Esto mantiene un buen balance entre castigo y aprendizaje para volver a probar.
Consejo, si ves un punto de guardado y en frente hay un reverendo coliseo, guarda el progreso. De nada adelantado.
Aprovecho que deje en claro el combate para hablar del mundo ya mencionado. Si necesito una palabra para describirlo, es precioso.
Entre la excelente música compuesta por Christopher Larkin, la decena de insectos amigables que rondan los túneles y lo absolutamente lindo que es el escenario, ya solo aventurarse sin mapa a descubrir es una recompensa en si solo.
Obviamente se puede re-jugar Hollow Knight con esa mentalidad de “a que nunca muero esta vez” o “Puedo acabar con todo mejor que antes”. No es que realmente haga falta, ojo. Una sola campaña ya deja una linda impresión. Que con una sola partida deje ansias de mas es merito digno de un buen juego.
A todo esto espero estar vivo para que salga la secuela, Silksong, que promete ser igual de bueno. (Estimado para 2034 a esta altura de como viene todo).