Excesivamente fiel a la vieja escuela, con un tinte soviético y mucho marrón.
Estos días, el desarrollo de un juego independiente es relativamente fácil. Gracias a herramientas como Unreal, Unity o Gamemaker, un equipo o solo una persona puede con facilidad empezar a crear su propio título.
Spytihněv se diferencia de ellos. Si va a hacer un juego de disparos como los de los noventa, no se permiten lujos. El juego usa un motor propio en pascal con los niveles siendo ejecutados en instrucciones numerales para la geometría. Un esfuerzo ridículo para la total autenticidad, pero que valió el sudor y sangre.
HROT es el nuevo en la gran línea de juegos inspirados en los clásicos como Quake o Unreal que buscan tomar elementos y dar su propia movía. En HROT, el usual mudo protagonista es un soldado en Checoslovaquia comunista, que por razones desconocidas es ahora una guerra total. Con solo una hoz y martillo, la única lógica es sacar de encima los hostiles en la patria madre.
Lo notable de Spytihněv es como se diferencia en varios aspectos de sus ídolos y les toma al mismo tiempo el rollo. Los escenarios son notablemente “lógicos” y buscan parecer lugares reales, vividos y con interacciones realistas. Y después les añade barriles explosivos, llaves de colores y hombres en trajes nucleares.
Complementando las tradiciones, el equipamiento sigue las reglas establecidas, incluyendo escopeta recortada, un lanzagranadas y cañón eléctrico. Los niveles cuentan con varios secretos otorgando munición extra, armadura, o hasta un minijuego entero.
Para finalizar el homenaje, la paleta de colores es marrón, marrón y marrón. Le sumas una música lúgubre, y lo que queda es un tenso, atmosférico mundo a explorar y llenar de plomo. Notablemente difícil de hacer, gracias a un elenco de enemigos muy dispuestos a ponerte en la tumba.
Los diseños de enemigos contribuyen al tono opresivo a su manera, siendo capaces de golpear de cerca, y disparar a distancia. El fino arte de mantener una distancia segura es la única cosa que mantendrá a Boris vivo en los encuentros mas agotadores. Por lo menos los escenarios sostienen la belleza industrial rustica tan reconocible de el cine soviético como Tarkovski, asi que esa sensación de pura miseria nunca se desvanece.
HROT no esta terminado, encontrándose en acceso anticipado activo, pero tiene uno de los tres capítulos listos y un modo supervivencia para sacarle mas jugo. Ahora, o en su lanzamiento final, los puristas tienen algo simple y directo para probar el plato de shooters oldschool.
