Samurais, neo-noir y sintetizadores ajustados en un plataformas de acción a ritmo frenético.
Desde minuto uno, Katana Zero deja todo claro. Eres un ex-soldado convertido en mercenario en una farmacéutica militar. Este está medicado a tal punto que puede predecir escenarios y tomar decisiones en reflejo puro. Una máquina.
Ah y un solo golpe acaba con él.
El título de Askiisoft no le molesta ser honesto con sus influencias. ¿Blade Runner? ¿Hotline Miami? ¿Kurosawa? Si, si señor.
Años después de una guerra desconocida, nuestro protagonista, Zero, afronta encargos a cambio de tratamiento CHRONOS. Se trata de una droga la cual le permite en milésimas pensar un plan de ataque. Esto se refleja en su habilidad de probar decenas de alternativas a cada nivel, gracias a su “cámara lenta” que se activa con un botón manualmente para moverse más rápido.
Con un rebobinado de cámaras, al terminar la zona se ve el talento desde la perspectiva de los guardias, masacrando un cuartel en meros segundos inhumanos.
Con un modo “difícil” y “speedrun”, la idea de volver a probar superarse y hacerse efectivo termina siendo un anhelo.
En la presentación, Katana Zero deleita los sentidos. Presentado con pixel-art, sigue siendo visualmente espectacular, con excelente animación y efectos
Indiscutiblemente la banda sonora, compuesta principalmente por LudoWic e Bill Kiley, es una maravilla a los parlantes y lo mejor del paquete. Redondo diez.
Especialmente lo que realmente le da un toque a Katana Zero es su historia. Al contrario de salirse con la suya y ser solo un plataformas con mucha acción, no obstante se molesta en realmente integrar estos elementos de juego a la narrativa.
CHRONOS es horrible para Zero, y la trama va entre los hilos de esta organización militar, su pasado en una guerra desconocida en su relación con una vecina que inocentemente se amiga con el. Tras suficientes giros, queda en duda eventos de toda la historia.
Con la promesa de una secuela, Katana Zero deja unas preguntas del desenlace al aire. Esto puede matar el interés, el título no deja de ser un placer a los reflejos y a los oídos. ¿Acaso mencione que podes tirar bustos a los guardias?