Pathologic 2 – Salvar a nadie

Literatura rusa jugable de parte de Ice-Pick Lodge

Uno de esos clásicos de culto legendarios que nadie jugo en su momento es Pathologic. En 2005, capturó el gusto de cientos con una historia profunda, estilo visual único y sensación de desesperanza total. Es hasta hoy respetable incluso con su tosca jugabilidad y poca explicación de cómo funciona su sistema de objetivos. 

Tras una campaña en Kickstarter, su desarrollador maldijo al mundo con su secuela, con dos historias más planeadas para el futuro.

Se toma el rol de Artemy Burakh, que retorna a su hogar tras recibir una carta de su padre. Este cirujano ha abandonado su pueblo natal y su cultura, sintiéndose ajeno a personas que alguna vez fueron todo para él. Al regresar, descubrimos que todo se fue al infierno.

Su padre fue asesinado, sus amigos de toda la vida le rechazan, su culto religioso desaprueba que les abandonó y nadie le inmuta su presencia. Ah, y hay una plaga veroz diezmando la población.

Artemy tiene doce días para conseguir encontrar una cura, tratar enfermos, descubrir qué ha pasado en su ausencia y redimirse ante su propia tribu. 

Continuar hablando del argumento más allá de eso acerca a lo inmoral. El guión, la trama, el mundo que se explora y las sorpresas son gran parte de lo que hace a Pathologic una auténtica maravilla.

Jugablemente, estamos ante un semi-rpg con manejo de salud, sed, hambre y resistencia contra la peste. Nuestro cuerpo es débil y todas las barras cuentan, por lo que deben ser manejadas con exploración del entorno, comprar comida, intercambiar agua o medicina o robar todo si llega a ser necesario.

A medida que progresan los días, la plaga se hace mas mortífera, y si realmente uno busca salvar el pueblo, no hay lugar para la moral minuto-a-minuto.

Toda la obra es un deleite visual, con una atmósfera deprimente e intrigante. Lamentablemente el rendimiento del juego es pobre, y por ello como se espera de un estudio ruso, la jugabilidad es tosca, difícil y con detalles pobres en diseño. 

No puedo terminar esta recomendacion sin mencionar la música de Theodore Bastard y Vasiliy Kashnikov. Perfecta para el tono, es un deleite folclórico, y sin ella la experiencia seria peor.

En tiempos recientes, se añadió una opción para tener dificultad personalizable, haciendo todo más accesible y “disfrutable”. No caigas en la tentación.

Pathologic 2 está en su mejor momento tras una victoria sufrida. Es raro que una historia tan compleja se cuente tan bien en un juego, y su brutalidad en la dificultad es lo que lo hace tan satisfactorio. No vale la pena arruinar esa magia.

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