Aventura de espías y agentes psíquicos entre campamentos, lunáticos y pescados mutantes.
El primer lanzamiento de Double Fine fue lo que se conoce como un clásico de culto. En otras palabras, buena recepción, pero vendió tan mal que el editor cerró sus puertas. El tiempo le permitió sin embargo recapturar amor, y hoy tiene una secuela en camino, tras años de espera.
Un acróbata llamado Razputin se infiltra en un campamento para niños psíquicos, con la intención de entrenar para ser seleccionado a una agencia de espiás . Su único problema es que al día siguiente vienen sus padres, que desaprueban su deseo, y hay un conspirador robando cerebros a los otros estudiantes.
Psychonauts tiene una estructura similar a Banjo-Kazooie, plagando los escenarios de coleccionables y secretos. Nuestro enorme campamento tiene a los otros chicos andando por ahí, todos con alguna historia interesante a contar. En general el lugar es más un espacio entre el verdadero jugo de la experiencia, los cerebros de otros personajes.
Raz puede usar una puerta para entrar en la mente de diferentes sujetos, y explorar sus subconscientes.
El truco es que cada nivel se basa en la personalidad del individuo, haciendo cada nivel un espacio raro y unico, moldeado en sus problemas, miedos y características.
Los cerebros son lo mejor de todo el juego en uno, mezclando una madura visión sobre problemas mentales con un sentido de humor accesible y simpático.
Al final, lo que toca es ayudar a estos diversos locos a mejorar o cambiar su estado, generalmente afrontando sus problemas más íntimos.
Para explorar, Raz tiene a disposición diferentes poderes, como levitación, control mental y telequinesis, sumados a sus habilidades de acróbata, para ser un versátil personaje jugable. El diseño de escenarios siempre ponen a prueba algún malabar, mezclados con rompecabezas de objetos y combate sencillo.
En lo visual recuerda a series de los años 2000, usando una paleta de colores diversa, modelos extraños y formas enfocadas en expresividad. Suma que en el elenco hay varios actores de esa línea, que traen el gracioso guion a a la vida, junto con la banda sonora a vieja escuela de Peter McConell.
El resultado es un plataformas entretenido con un tono increíblemente carismático, plagado de humor y un buen mensaje sobre la empatía y entender a los demás. Las versiones disponibles en digital tienen varias mejoras de jugabilidad, como tiempos de carga, y correcciones a dificultad, como el odiado Circo de Carne.
Un memorable juego lleno de alma que siendo tan accesible merece muchísima más atención.
