Dedicamos este espacio una vez al mes a visitar momentos de la industria del videojuego, de eventos notables, o cosas que seguramente no van a dejar anotadas en los libros de historia por obvias razones.
Blizzard Entertainment. Prácticamente los dominantes del género MMO (y con otras escuelas como Starcraft y Diablo), nombres reconocidos por todo el mundo, con una legión de seguidores devotos. Hace unos años, su reinado era indiscutible.
Los últimos cuatro años han sin embargo empezado a crear un cataclismo. Cada sector activo de sus comunidades sufrieron diversas polémicas, algunas afectando la moral de sus más dedicados seguidores, otros dejándolos en vergüenza internacional, y algunas que posiblemente causen daño irreparable.
En estas semanas, se reportó que el gobierno de California los llevará a juicio por múltiples abusos de empleados, que desató una nueva ola de críticas y condenación. Finalmente, Blizzard quedó solo, afrontando un nuevo desastre de imagen, con nadie buscando defenderlos de lo que venga.
¿Cómo se llegó a este punto?
No hay respuesta satisfactoria.
Uno de los primeros indicios fue en 2018, donde la beta de este contenido fue negativamente recibida desde la primera hora. Nuevos sistemas confusos, malas recompensas, y cero respuesta de los desarrolladores sobre cambios o arreglos. Se llegó a tal punto que Ion Hazzikostas, el director, tuvo que hacer una disculpa pública.
Blizzard tendrá otras controversias causadas por su propio silencio, como cancelar la escena profesional para Heroes of the Storm sin avisar a nadie antes. Patrocinadores, auspiciantes y jugadores quedaron sin apoyo a poco tiempo de los eventos planeados. Y ni hablar de las múltiples actualizaciones a Overwatch y World of Warcraft sin considerar los comentarios negativos de sus jugadores.
Sangrado de talento.
Mike Morhaime, Jeff Kaplan y Frank Pearce, entre otros reconocidos miembros originales desde los primeros años, lentamente abandonan la nave. Algunos formaron nuevos estudios, otros se retiraron en silencio. Tener nueva sangre no es algo malo de por sí, ni es que la vieja guardia se vaya.
Sin embargo, fue un golpe a la confianza de los jugadores, debido a que no todos estaban de acuerdo con las nuevas direcciones de la compañía, y estas nuevas caras solo hacen más fácil catalizar las frustraciones.
Furia e ira.
Y frustraciones hay. Uno de los mayores desastres fue en Blizzcon, el mayor evento para fans, recibiendo una entrega a la adorada Diablo, franquicia central en PC, para celulares.
El odio y rechazo era palpable durante la presentación, con un miembro de la audiencia recibiendo más aplausos al preguntar si el anuncio era un mal chiste.
Que tus fans estén enojados es malo para el negocio, que haya condenación internacional es peor. En un intento de evitar problemas con China, se distanciaron y rompieron relaciones con un notable competidor de Hearthstone, Chung Ng Wai, por declarar su apoyo a Hong Kong durante las protestas en 2019.
Incluso tras intentar aliviar la catarata de críticas, este evento fue uno de los decisivos momentos que marcaron la pérdida de respeto en la comunidad, quedando tildados como otro estudio más que no respeta a sus jugadores y prefiere dinero de un régimen el cual sería cada vez más rígido con la censura internacional.
Ni hablar de Warcraft 3 Reforged, una remasterización tan mal coordinada y desarrollada que terminó como uno de los peores analizados juegos en Metacritic en meras horas. Para añadir sal a la herida, esta versión reemplaza la original y no había nada que los fanáticos pudieran hacer al respecto.
Internas desagradables.
Los primeros indicios de problemas del estudio vinieron de despedir 800 personas, para luego necesitar contratar 2000 personas para llegar a demandas. El evento luego tuvo empleados mostrando sus malos salarios, y hablando de maltrato en desarrollo y fallas para manejar reportes de racismo y discriminación entre empleados.
Dos años después, una investigación del gobierno de California arrojó a luz múltiples acusaciones de actos repudiables que incluyen abuso físico y emocional entre empleados, administración y recursos humanos. En una industria que sigue constantemente siendo capaz de tener escándalos, uno en una compañía conocida por su inclusión y diversidad es un golpe duro. Los juicios y demandas aun están en desarrollo.
Esta probablemente no es la ultima pesadilla que azotara a los seguidores que aun quedan, o a los miembros de el estudio. Algunos están negando la situación, otros ya se dieron por vencidos. Hay un sector que se valida de decir que Activision comprando la compañía fue siempre el beso de la muerte. Si hay algo seguro, es que Blizzard esta en lo que probablemente sea su peor momento, tras años de quemar puentes.
Solo queda esperar ver donde meterán la pata después.
