El salto de una franquicia al 3D que aun con sus defectos es encariñable debido a ellos.
En una era que ya está en libros de historia, SEGA y Nintendo dominaban el mercado, con ambos tratando a toda costa de robarse un poco de la audiencia.
En esta feroz competencia, había dos constantes, las publicidades agresivas de marketing que apelaba a atacar, y exclusivas para llamar la atención mejor. Nintendo destacaba por su calidad sobre todo, pero SEGA aprovechaba al máximo su diversidad y poder de hardware en sus títulos. Sonic, el rápido erizo con actitud, pronto se convirtió en un icono entre el público adolecente. Su extrema velocidad era un excelente promoción de la capacidad de la Génesis, y su personalidad encariñaba a una audiencia más rebelde.
Pero una mezcla de pobres entregas y dificultades en el mercado terminó dándole la victoria a Mario. Eventualmente SEGA terminaría siendo un desarrollador tercero más, y Sonic Adventure, uno de sus mejores juegos exclusivos, aparece en consolas competidoras.
La historia trata del carismático villano Robotnik usando las ya conocidas gemas del caos para crear un monstruo, en otro plan para conquistar el mundo. Sonic y su banda como ya es costumbre son los que van a arruinarle los planes. Es una trama simple pero que justifica las corridas, con una actuacion de voz y cinematicas pobres que solo lo hacen graciosas de ver.
Muchos elementos del diseño conocido de Sonic retornan, pero Adventure experimenta con la fórmula en formas muy positivas. No solo se puede eventualmente jugar con seis personajes distintos, todos tienen una forma de atajar los niveles distinta. Aparte de proveer una nueva perspectiva a la historia, da un poco de variedad a los niveles en oferta.
Y qué decir de los niveles, con una variedad en concepto y lugares notablemente diversa. Siguiendo la tradición, todos tienen múltiples caminos y atajos, permitiendo a los hábiles de correr a toda velocidad por ellos. Sumando mejoras a los personajes, hay niveles que con un poco de ingenuo se parten en dos con Tails o Knuckles. Pero incluso no siendo un experto, superarlos es una pequeña victoria.
Los controles toman su tiempo en hacerse cómodos, pero de pronto naturalmente los personajes están básicamente en el dominio del jugador. Es aquí donde la verdadera diversión comienza, romper cada rincón, cada mecánica del juego, y completar niveles que tomaban varios minutos en una fracción. Llegar a pensar “seguramente nunca imaginaron que seria posible hacer esto” es algo usual en esta experiencia.
Ayuda el entusiasmo cuando la banda sonora es tan bien compuesta.
Pero no quita todo esto que esté roto. La versión de PC, que es super accesible, da lastima. No solo carece de mejores efectos y está plagada de errores serios, es visualmente peor que la Dreamcast. El parche SA1DX hecho por fans es prácticamente esencial.
Si se perdona este defecto de la edad, lo que hay detrás de un juego con edad es un más que decente tiempo. A pesar de que Sonic sufre de un estereotipo de mediocridad y un fandom horripilante, negar que entradas como Adventure son clásicos de su era es irrespetuoso.
