Secuela olvidada a una de las mejores adaptaciones de historieta en el medio.
Es difícil recordar o creerlo, pero en principios de el siglo el estilo negro era una moda sin ironía. Esta subcultura es la misma que permitió una historieta como The Darkness ser un éxito menor, vendiendo más de lo que merecía.
La historia de Jackie Estacado, un miembro de la mafia con poderes sobrenaturales, era demasiado ridícula, con un tono muy mal balanceado. Fue Starbreeze Studios el que tomó el concepto y lanzó The Darkness en consolas, adaptando la historia con un ángulo más personal y sincero detrás. La trama emocional y atmósfera lograron conquistar a su público, y usar tentáculos para devorar enemigos vende de lo grotesco que suena.
Su secuela esta hecha por Digital Extremes, con un enfoque en combate y un estilo visual más reminiscente a una historieta. Aceptado este cambio desviando del original, lo que hay en The Darkness II es un juego de acción morbosamente entretenido.
Años después de la primera entrega, Jackie, ahora capo, se ve perseguido por un culto que quiere recuperar a la titular oscuridad de él, al mismo tiempo que aún lidia con el asesinato de su novia, Jenny.
La trama del culto generalmente es el cliché ya visto, pero todo el argumento en torno a Jenny es bastante conmovedor y hay más de un giro emocional a medida que avanza la historia.
¿Y cómo se combate al mencionado culto? Pues descuartizando por completo. Jackie no es solo un excelente usuario de armas, sus poderes sobrenaturales tienen tantas mejoras que llamar el juego un recorrido de poder es ser modesto.
Tomando una nota de spectacle fighters, usar métodos variados de mayor cantidad de puntos para mejorar las habilidades de Jackie. Parte en tres a un matón, o arrójale una silla, o lánzalo contra otro matón y dispara sin cesar. Para ser esencialmente “cuatro manos”, los controles son bastante intuitivos y fáciles de manejar, haciendo un caos a medida bastante entretenido.
Jackie no es completamente invencible igual, con el culto usando luz tácticamente para cancelar sus poderes, forzando destruirlas antes de proseguir. Algunos enemigos usan escudos, látigos y paneles para cargar sin pensar, forzando no ser descuidado y usar todo el arsenal de forma inteligente y medida.
La diversión que ofrece la campaña tiene como sustento extra un modo cooperativo con hasta cuatro personas, con una trama paralela a la historia singular. Lastima que a pesar de la variedad, el juego total sigue siendo bastante corto, aparte de que nunca obtuvo una merecida secuela.
Considerando lo barato que es conseguir una copia hoy, quizá sí hay suficiente interés, algún día se obtenga más. De todas formas no quita la satisfacción que trae arrojar tipos desde el techo en un rascacielos.
