Con la esperada secuela en camino, nunca ha habido mejor momento para visitar la obra dorada de un genero entero.
Pocas veces un anuncio puede dejar a la vieja generación interesada. En general, escuchar del retorno a una franquicia vieja puede recibir desde un simple “OK” a “que han hecho con mi bebe”.
Hay una nostalgia muy intensa por los clásicos, así que aquellos que lograron jugarlo en su día son los más acérrimos críticos.
Y cada tanto, una excepción, un trailer que rompe la regla, y eso fue Return to Monkey Island.
Con el contexto, este anuncio parece una bendición de Dios.
La aclamada franquicia de aventuras gráficas, creada en la era dorada de LucasArts, está ahora en las garras de Disney. Una secuela final de su creador, Ron Gilbert, parecía un sueño imposible.
Mucho despues del cierre del estudio original, Devolver Digital publicó un trailer.
Para los que no saben el contexto, este es un extraño anuncio.
¿De donde viene este hype?
Esta reseña está aquí para alentar a los que nunca jugaron Monkey Island (o ignoraron otras recomendaciones del género) se aventuran en estas obras maestras.
Monkey Island transcurre en el caribe (porque LucasArts odiaba la fantasía) donde los piratas aún están en su era dorada. Un joven, ingenuo, sin talentos y torpe, llamado Guybrush Threepwood, quiere unirseles. Para eso requerirá conquistar diversos desafíos, resolver rompecabezas y enfrentar un capitán fantasma y su tripulación.
Jugablemente, es un point-n-click con muchas mejoras de diseño para la época, siendo muy accesible y amigable. Famosamente, es casi imposible atorarse o morir, comparado a juegos de Sierra. Los rompecabezas tienen una lógica deducible y es posible entender que hacer, con un inteligente tutorial escondido en cada conversación.
La banda sonora de Michael Land es un cuspide de nostalgia, y captura la atmósfera que busca crear. Y los diálogos son un trono en sí mismo, plagado de chistes, referencias y gags sin cesar. La ironía es tan alta que pareciera que todos, desde Guybrush a los monos, saben que todo esto es un videojuego.
Desde tocar un loro, a enfrentar un duelo con insultos y quedarse varado en la mística isla, la historia está llena de momentos inolvidables.
Hoy en día, está disponible en su versión remasterizada Special Edition, que incluye voces y un nuevo arte opcional. ¿Pero cómo reemplazar un pixel art tan eterno?
Al final, realmente no hay palabras para explicar la belleza de esta obra. Esta es una piedra de la cultura del videojuego, y si la PC fuera un país merece estar en la moneda de un centavo. 20 dólares bien gastados.
