Un relajante y calmado juego que hace pensar más allá de las piezas de rompecabezas en el tablero.
Despiertas en un jardín, sin nadie a la vista. Hay una música suave sonando, el sol brilla, los pájaros cantan, y una voz angelical pide que resuelvas rompecabezas. Rápidamente está claro que hay algo más allá de lo normal, y debes descubrir tú mismo quien eres y donde estas.
Desarrollado por Croteam Talos Principle te encierra en un “Edén” que progresivamente incrementa la dificultad de sus acertijos y rompecabezas. A todo esto se suma la mencionada voz angelical la que advierte no intentar subir una torre prohibida.
Primero las preguntas serán un “2+2” pero para pasarte la prueba final tenes que hacer “2+2 por 36 14 y potenciado a la masa atómica”. La conquista tras ver tanto progreso es ya suficientemente satisfactorio.
Conforme avanzas el mundo, nuevos pasajes y áreas son desbloqueables, y en el caso de querer rebelarse, otros rompecabezas deben buscarse entre las líneas. Gran parte del guión está en las diferentes terminales donde se encuentran documentos e emails.
Algunas de estas terminales tienen un bot que busca convencerte de que te rebeles y escapes a la torre. También propone debates de filosofía e ética e intenta buscar contradicciones en tus argumentos. Quien eres en tu opinión y que decides determinara el final de la experiencia y el pasaje a recorrer.
Algo que destaca Talos es lo disfrutable que es su empeño audiovisual. El paisaje es precioso a la vista y la música es agradable y llena de paz. En los momentos más difíciles da un círculo agradable a el todo, es de esos que valen la pena dedicarle una hora o dos sin interrumpir.
Pocas cosas superan ese momento de “Eureka!” durante una partida en la que hace ya estos minutos sin saber la solución a un puzzle.
The Talos Principle requiere un poco de paciencia y coco, pero a cambio deja una buena trama y decenas de cosas para resolver, con múltiples finales y secretos.