Más que decente entrega, menospreciada al paso del tiempo, y con aún posibilidad de redimirse.
Thief y su secuela tienen la particular característica de gozar la reputación como uno de los mejores juegos de sigilo, cuando los mismos son uno de sus pioneros. Las desventuras del maestro ladrón Garret en una medieval steampunk son increíbles despliegues de arte, sonido y tecnología que hasta hoy, relucen como grandes obras. Aparte de adornarse con un mundo muy interesante, lleno de facciones extrañas y religiones paganas, hay una verosimilitud en todos los rincones de los enormes niveles.
El gran toque es Garret como personaje, con la legendaria voz de Stephen Russell. Un súper carismático antihéroe que niega ser el esclavo de nadie, y solo busca pagar la renta, rodeado de guardias salidos de Monty Python.
Aclamación crítica y una legión de devotos no siempre da buenas ventas, y su desarrollador cierra tras varios fracasos. Eidos toma las riendas desde aquí, junto con la franquicia Deus Ex.
Deus Ex Invisible War es la primera secuela que sale, y para ser cortos, aún hay debate de qué tan flojo es este juego. Tras no convencer con esta entrega, Eidos probó con su otra franquicia a mano, con mejor resultado.
La historia trata de Garret una vez más encontrando una pelea entre facciones sobre profecías, bestias y magia. Pero hasta casi llegado el final, poco parece importarle. Es un profesional después de todo.
Una vez más, las cinemáticas y el tono es bastante maduro, con un pequeño espacio para el humor como para sacar el filo. La jugabilidad y su mundo se mantienen como el principal foco, pero hay muchas adiciones al kit establecido.
En general se mantiene la base establecida. Una gema indica que tan oculto uno está, varias flechas utilitarias, y pura habilidad y paciencia. Añadidos como un minijuego para abrir candados o las físicas añaden un poco mas a la experiencia.
Primero, se puede usar una cámara en tercera persona, dando más visibilidad al entorno y ayudando a a rápidamente ver peligros alrededor nuestro. A diferencia de antes, ahora se debe vender lo robado y comprar herramientas en el mercado negro entre misiones. Estos están dentro de una pequeña zona con algunas misiones opcionales que conectan los niveles.
Hablando de niveles, lamentablemente aquí es donde se nota el límite de la época. Son claustrofóbicos, chicos y carecen de el mismo nivel de escala, encima plagados con pantallas de carga y menos enemigos. Tristemente se abandona también parte de la tecnología y variedad de enemigos, así como algunas zonas más expansivas y experimentales.
Es una rotunda lastima, porque sigue teniendo todas las mecánicas dignas de un buen videojuego, pero que se queda justo corto. Incluso con el excelente Sneaky Upgrade para PC, que aporta muchísimas mejoras, deja algo que desear.
Sigue valiendo la pena darle una oportunidad. Thief no volverá tras el rotundo fracaso de su reboot, y si se agotan los cientos de mapas de fans, esto es la mejor opción para una nueva dosis.