Un extraño JPRG visualizado desde un mazo de cartas, protagonizado por unos hazmereir.
Si algo hace Square Enix especial, es que son una máquina de malas ideas. Aprobar proyectos “live service” que nadie quiere, hacer un sobre-presupuesto para entregas sin terminar, o sacar ports bochornosos a nuevas consolas. Es una debilidad típica de compañías de Japón, que algunos creativos han sabido manipular para realizar sus pequeñas joyitas.
Uno de ellos es Yoko Taro, reconocido principalmente por NieR, y por siempre probar algo distinto. ¿Qué tal un juego de fantasía medieval de cartas?
Una idea que nadie en la historia aceptaria financiar. Pues, el lo logra en lo que parece ser un pequeño proyecto para experimentar con su equipo.
Una parte única del juego es cómo se maneja la presentación, a pesar de la estética de las cartas, en secreto es casi en su totalidad un JRPG, siendo el juego de cartas un minijuego completamente opcional.
No se olvida esto por completo ya que hay algunos elementos de mesa, como eventos aleatorios que pueden ocurrir mientras caminas por el supramundo.
El juego también tiene un solo actor de voz que narra casi todos los fragmentos de texto. Habiendo jugado con la voz en inglés, en su mayoría hace una buena actuación, pero algunas líneas en particular suenan horrible.
En resumen, el juego es un JRPG reducido. Solo tienes tres miembros del grupo disponibles en la batalla como en Final Fantasy VII, pero también se simplifican muchos otros elementos. MP se reemplaza por un sistema de gemas, que siempre comienzas con dos, independientemente de cuántas hayas tenido en encuentros anteriores.
Los ataques normales y no hacer nada no cuestan gemas, pero todos los ataques especiales cuestan de una a cuatro gemas, lo que incentiva el uso de ataques normales sobre movimientos especiales.
También puede tener solo cuatro opciones de movimientos por personaje, con la opción de incluso eliminar su ataque normal, lo que lo obliga a no hacer nada si tiene la intención de guardar gemas para otra persona. Es bueno que este juego dure solo 7-8 horas porque puede cansar muy rápido entre micromanejar y su jugabilidad algo limitada.
La gran decepción por encima de todo es definitivamente la historia. No se deje engañar: a pesar de la participación de Yoko Taro, esta historia es bastante predecible.
Sabrás exactamente cómo se desarrolla casi todo cuando se burlan de ellos mismos por primera vez. El único aspecto de su estilo de escritura que queda es cómo ninguno de los miembros del elenco son personas verdaderamente nobles, incluso el personaje principal es más a menudo un hazmereir para los demás.
Aún pese a todo son personajes interesantes que mantienen la atención y como algo mas ligero en tematica, es agradable. Al final del día, Voice of Cards es una vez más un experimento, una idea de bajo costo para probar una forma inusual de tratar un genero visto y probado.