Con un remake del clásico de Playstation 2, SEGA reintrodujo al oeste su igualmente seria como disparatada franquicia.
Es relativamente común que un título “muy japonés” fracase en occidente pero sea un “best seller” en Asia. Una de esas franquicias condenadas a la cultura fue Ryu Ga Gotoku. A pesar de ser un hit en su inicio allá por 2005, en América vendió una miseria.
En casi un último intento, una precuela titulada Yakuza 0 fue lanzada en 2017, y fue un éxito sorpresa, vendiendo fuera de las expectativas. De forma de “celebración”, el título original fue recreado con el modelo “0” de base, dándonos una nueva oportunidad de disfrutarlo.
Kazuma Kiryu, matón de una familia perteneciente al clan Tojo, toma la caída a prisión de su hermano adoptivo, Nishiki, para protegerlo. Este regresa a su ciudad natal diez años después encontrándola cambiada y peligrosa. Descubrirá un complot involucrando una niña que podría ser la clave en un plan de Nishiki para tomar control del patriarcado del clan.
Yakuza Kiwami se presenta como un mundo semi-abierto, lleno de locales, arcades a lo Sacoa (¿alguien se acuerda?) y muchos restaurantes. Por momentos explorar la ciudad en sí es su propia diversión, siendo casi turismo virtual permitiéndote insertarte en una cultura ajena.
Donde arrancan los problemas son las distintas bandas y clanes rivales que buscan pelea…mala idea de ellos.
Kiryu es una absoluta fiera en combate, y cuenta con tres modos de pelea, cada uno con sus propios usos y ataques especiales. Se puede traer con uno armas (como katanas de madera) o tomar una bicicleta de la calle y aplastar las caras de los matones.
Fuera de peleas en la calle, Kamurocho está plagada de mini juegos y pequeñas historias opcionales con un poco de humor, dando respiro a la trama general. La capacidad del juego para mantenerse entretenido, desafiante y con fuerte ganche es un logro en sí mismo.
Vale la pena mencionar la existencia de una modificación en la versión de PC que permite usar la banda sonora original. De todas formas, los remixes nuevos son igual de disfrutables. También esta el posible problema de que no hay audio en inglés o español, solo las voces originales en japonés.
Tanto descubriendo la conspiración de el Tojo como comiendo sushi o pateando a un ladrón con una bicicleta, Yakuza Kiwami es un placer.