Pudimos charlar con las chicas de Fin Del Mundo, una banda en pleno ascenso, que si bien se formó en Buenos Aires, tienen mucho qué contar acerca de sus orígenes: la Patagonia.
Su primer EP, publicado en abril de este año a través de Anomalía Ediciones, nos invita a escuchar una historia acerca de la playa, del frío sureño, de la melancolía y de sensaciones nostálgicas a flor de piel. A través de melodías que juegan entre el post-punk, el emo o el dream pop (aunque aclaran que no buscan ser etiquetadas), nos invitan a sumergirnos en el fin del mundo a través de nuestros oídos. Y sin dudas, este viaje apenas está comenzando…
¿Cómo son los inicios de la banda? ¿De dónde vienen?
Tita: Bueno, Fin del Mundo es una banda que nació en Buenos Aires pero con integrantes de la Patagonia. La banda se formó en primer lugar con Juli, que toca la guitarra. Ella viene de Tierra del Fuego y también vivió en Chubut un tiempo. También Belén, que estaba en el bajo, que ella se mudó de nuevo para el sur, para Chubut, y bueno, estaba yo en la batería, que soy de Buenos Aires. Después fuimos sumando integrantes, como Yani que está en el bajo y Lucía que es de Rawson, se sumó en guitarra y voz. Así que así fue cómo nos formamos, esto fue más o menos en junio del año pasado. Somos una banda relativamente nueva. Empezamos a tocar, a hacer canciones. La realidad es que apenas compusimos nuestras propias canciones, quisimos ya llevarlas al estudio para salir con algo a tocar, y así fue como entramos a grabar el EP, entre septiembre y diciembre del año pasado. Pero recién lo sacamos en abril del 2020, en plena pandemia.
¿Persiguen algún tipo de influencia musical a la hora de componer? ¿Qué piensan de las etiquetas?
Yani: Respecto al estilo, y si nos condiciona, la verdad es que todas por separado, siempre tuvimos un espectro bastante amplio de estilos a escuchar. Que si bien nacen del punk o lo alternativo, todas escuchamos muchos estilos, y al momento de juntarse y componer ayuda un montón como herramienta. Pero no es que nos centramos en uno en particular, sino que al tener toda esa información de bandas y de estilos y de recursos, ayuda un montón a la hora de componer y armar canciones. Pero no es que apuntamos a algo. De hecho, muchas reseñas nos ponen estilos como “punk” o “post-rock”, “emo”, “dream pop”, “math” incluso (risas). A la vez está bueno que no te encasillen en algo. El EP tiene canciones que van por un lado, otras por otro, pero eso también habla de la variedad de influencias que tenemos. La verdad es que cuando componemos, sale todo bastante fluido, estamos de acuerdo en un montón de cuestiones y eso ayuda a que todas estemos contentas cuando estamos terminando una canción. Decimos “sí, está bueno”, y estamos como convencidas y nos divierte y nos gusta y eso creo que tiene que ver con que a todas nos termina de cerrar. Esa felicidad que te da de terminar una canción y de decir “Che, qué bueno que está. Me gusta la canción que armamos con las pibas”.
¿Perciben que tienen algún tipo de rol o responsabilidad como mujeres en la escena? ¿Qué tan difícil es el ambiente para ustedes?
Juli: Sí, yo creo que como mujeres tocando música tenemos cierta responsabilidad o un rol, sobre todo para las generaciones más nuevas, para los musiques más jóvenes. Que aunque quizás no sea en cuanto al estilo que tocamos, pero sí el hecho de ser mujeres tocando instrumentos en recitales o festivales. Porque me parece que cuando empezamos, no teníamos muchos modelos a seguir en ese sentido. Capaz veíamos a una chica tocando el bajo en alguna banda o cantando en otra. Es más raro ver una banda formada completamente por mujeres. Sobre todo más en el sur. Yo que nací en Chubut pero que crecí en Tierra del Fuego, y allá…creo que de hecho, no había ninguna chica tocando instrumentos en ese momento. Y yo con compañeras del colegio, cuando éramos más chicas, formamos una banda, que hacíamos punk. Y esa fue la primera vez que se veía eso en los escenarios de allá de Río Grande. Nada, recién aprendíamos a tocar nuestros instrumentos, no teníamos mucha idea de cómo hacer canciones, pero queríamos mostrar que se podía. Que había lugar para las mujeres en esos escenarios.
Y en cuanto a si fue difícil, yo creo que todas tuvimos el privilegio de que teníamos instrumentos en nuestras casas. Mi mamá tocaba la guitarra entonces yo aprendí de muy chica. El hermano de Tita tenía una batería y ella aprendió a tocar el bajo porque habían ensayos en su casa. Yo creo que todas tuvimos familiares o amigos que estaban en esta actividad así que no fue difícil en ese sentido. Es muy complicado eso también, acceder a los instrumentos, al tiempo, al espacio para tocar…así que eso es importante difundirlo y que más chicas y chiques se sumen.
¿Dirían que hay algo de pertenecer a la Patagonia que las influye en algún sentido musicalmente?
Lucía: Yo creo que sí, tanto por el lado de haber vivido en un lugar con poco acceso a salas de ensayo, instrumentos, salas de grabación. Es todo mucho más difícil en una provincia, es más complicado. Y yo creo que si uno lo hace, es porque realmente tiene el deseo fuerte de hacerlo, porque la verdad es que no tenés mucho a favor. Por lo menos en los años en los que yo vivía allá. Ahora calculo que hay un poco más de movida y más gente implicada en lo que es tocar, grabar, y todo lo que implica tener un proyecto musical. En cuanto a las letras, todas las letras del EP están basadas en vivencias en el Sur. En una playa sureña que se llama Playa Unión. Utilizamos un personaje para el EP y pensamos en alguna historia que podría haber llegado a vivir ese personaje ahí. Se entremezcla lo que es la vivencia personal con la historia que queremos contar. Así que todo lo que tiene que ver con el paisaje, con el clima, el frío, el invierno tan largo, el desierto, la playa fría, todo tan austral, que de alguna manera se impregna en uno. Y bueno, salen estas letras y esta música que acompañan y arman este paisaje de nuevo de una manera musical.
¿Pueden contarnos algún próximo proyecto que tengan como banda ahora que las cosas están volviendo más o menos a lo “normal”?
Tita: Para el 2021 tenemos un montón de planes. Por un lado, esta semana ya entramos a grabar lo que van a ser dos adelantos de nuestro primer LP, que la idea es sacarlo el año que viene. Los adelantos igual, uno seguramente va a salir en enero. No creo que lleguemos a diciembre. Todavía faltan grabar las guitarras. Y bueno, la idea es esa. Por un lado, sacar un disco que tenga más canciones, que siguen como el concepto del EP y sigue esta historia que empezamos a contar. Pero bueno, obviamente con más temas, Por otro lado queremos tocar, no sabemos cómo porque está todo muy complicado acá en Buenos Aires. Es muy estricto todo acá así que por ahora, no tenemos ningún recital a la vista, ni tampoco en agenda. La idea es que podamos adaptarnos a esta nueva metodología de tocar solos, hacerlo por streaming, y bueno, hacerlo hasta que esto se termine y podamos tocar en condiciones normales. Como siempre, con la gente de siempre. Mientras tanto, decidimos adaptarnos. Capaz al principio decíamos “No, ¿un vivo?. No, ¡no lo hacemos ni ahí!” y después dijimos “Bueno, hay que hacerlo”. Porque sino es como que te quedás y no haces nada. La idea es seguir tocando, que es lo que más nos gusta hacer a nosotras. Así que esos son nuestros planes a futuro. Se vienen nuevas canciones, nuevos adelantos dentro de poco, así que a esperarlos…
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Amigxs: a falta de recitales, decidimos hacer remeras para juntar fondos y poder costear la grabación de nuestro disco….
Publicado por Fin del Mundo en Viernes, 18 de septiembre de 2020