El último capítulo de la longeva saga tanto paga homenaje como busca nuevos horizontes
Con el lanzamiento de 7 : Biohazard, el estudio de Capcom tenía la intención ambiciosa de dar nueva luz a la franquicia Resident Evil. Tras varios fracasos, debatibles entregas y una recepción fría general, se buscaba volver a lo básico. Un hombre en una mansión con monstruos, rompecabezas y un misterio a resolver. Y para el alivio de tanto ellos y los fans, consiguió recuperar su trono.
Ethan Winters, “un tipo cualquiera”, retoma el rol de protagonista en Village tras su introducción en Biohazard. Tras el secuestro de su hija infante, se aventura en un pequeño pueblo, donde cuatro Lords de un culto maligno buscan usarla para fines maléficos. Queda a manos de Ethan soportar lo que le tiren para recuperarla
Tras una introducción, el pueblito se va abriendo de a poco, permitiendo acceder a nuevas áreas, casas y locaciones para progresar la historia. Fuera de munición, es fundamental encontrar dinero para que Ethan pueda comprar provisiones, nuevas mejoras o desbloqueables únicos.
Enfrentándose en general a mutantes y bestias de cavernas, cada zona tiene elementos particulares que la hacen única, dando mayor variedad a la campaña. Por ejemplo, el castillo de Lady Dimitrescu que está más orientado a resolver pasadizos secretos y mazmorras.
En cambio, la fábrica de Heisenberg está prácticamente diseñada como un laberinto de monstruos con sed de sangre. Cada nivel termina con un jefe final único, con algunos teniendo encuentros opcionales y secretos que requieren más exploración.
El aclamado y amado Resident Evil 4 es la más clara inspiración, desde la mercantil a las locaciones de castillos, zonas industriales y pantanos. Algunas referencias obvias, como un pez gigante, son compensadas con pequeños huevos de pascua o referencias al legado de la franquicia. Esto no se alinea igual a la experiencia, y es tanto disfrutable para veteranos como nuevos interesados de principio a fin.
Tras finalizar la campaña, además de nuevas armas secretas, está el retorno del modo Mercenarios. Este mini juego de acción está orientado a rachas de puntos y maximizar corridas en pequeños niveles para conseguir rankings. Una agradable distracción final.
Hay una ironía en la comunidad de que la franquicia es un caso circular. Sacan un buen juego y luego arrastran hasta dar oro una vez mas. Si esta teoría es certera, acá esta el oro de la ocasión.
Solo se puede rogar que no decepcionen de nuevo como paso antes tantas veces.
