Parodia rebuscada a Metal Gear y a Rambo que no se toma nada en serio.
Estos días, el autor Hideo Kojima está más enfocado en sus proyectos extraños y conocer celebridades, habiendo abandonado Konami tras una enorme controversia con su estudio. Su emblemática Metal Gear está ahora condenada al mundo pachinko, y ya la comunidad hizo la paz con ello.
No ha frenado la ilusión de una secuela digna, o algún loquillo que intente hacerlo por sus propios métodos. Es aquí donde entra UnMetal a la ecuación.
Desarrollado por Versus Evil, es un intento de no solo hacer el ridículo de la legendaria saga y sus clichés establecidos, se extiende a el género que alguna vez inspiró a el mismo Hideo.
UnMetal cuenta la trágica y heroica historia de Jesse Fox, un tipo duro puesto en un interrogatorio tras su captura por el ejército. Con la espalda en la pared y en un intento por demostrar su inocencia, relata su escape de una prisión y su posterior sabotaje de armas nucleares, impresionando a nadie.
A pesar de que la actuación de voz ya da una pista, rápidamente es clara la intención real de su presentación es crear una situación absurda tras otra. Fox constantemente cambia los hechos, improvisa o exagera y hasta justifica encontrarse con pulpos gigantes.
El chiste se extiende al mismo jugador, con opciones de diálogo que radicalmente cambian la situación o añaden pequeñas sorpresas. Un comentario puede hacer que una habitación vacía se llene de ratas, o que haya seis soldados dormidos o jugando a las cartas.
Estamos con un juego más que bien diseñado, con un enfoque en mecánicas de sigilo, exploración y rompecabezas.
Fox puede aprovechar de muchas formas la torpeza de la inteligencia enemiga para tanto escabullirse como enfrentarlos, con varias formas de explotar el diseño de niveles. Notablemente solo se gana experiencia eliminando enemigos de forma sigilosa, incentivando evitar alarmas. Esta experiencia otorga diferentes bonuses, desde más vida a correr más rápido, pero se limita a una de un set por ocasión, forzando a elegir bien lo que se prefiere.
Esto último parece limitar las opciones, pero es una muy mala idea ser descubierto, primero por la vulnerabilidad de Fox y segundo por los limitados recursos para los combates contra jefes. Fox tiene a mano diversas herramientas para hacer el día más fácil, con algunos objetos inclusive siendo usados solo para rompecabezas opcionales.
Estos mismos sin embargo son el mayor obstáculo de la experiencia. Diversos rompecabezas, especialmente en el último cuarto, son confusos y requieren más trabajo del ensayo y error al punto del hartazgo.No todos son tan malos, pero pueden hacer este tramo más frustrante de lo que debería.
De la misma forma los jefes también pueden ser muy irritantes, debido a los pocos recursos o un confuso diseño orientado a matar un par de veces a Fox como sorpresa.
El constante humor puede enmendar el enojo, pero no es suficiente para olvidar las frustraciones que puede ocasionar. Es cuestionable hasta qué punto hacer un chiste a costa del jugador funciona, pero si se le puede dar crédito al juego, es que siempre rebusca de todas formas.
Al final del día, UnMetal suma donde importa más, y eso es ser una carta de amor a una saga legendaria, y aun asi admitir que su protagonista es algo exagerado y saber reir un poco con ello.